martes, julio 28, 2009

De vuelta a casa.

Llegamos con mucho equipaje de hecho en la aduana nos preguntaron si haríamos una especie de presentación de libros o qué, no pensaron que lo más lógico es traerlos para leerlos. Llegando contamos los libros y fueron más de noventa los que trajimos, en ese mismo momento nos pusimos a ordenarlos en los libreros y la biblioteca los absorbió como una esponja,  y si uno voltea a ver los libreros pareciera que no trajimos nada. En realidad nuestra biblioteca se está convirtiendo en una especie de espectro Chihiresco que devora todo a su paso. 

Entre otras cosas ya leí las piezas de teatro de Cortázar: “Adiós Robinson y otras piezas breves”. Lo leí todo en el avión. Y me encantó. Es un libro que se publica después de “Los Reyes” entre 1948 y 1950 y es un Cortázar que apenas está creando su propio estilo y se siente a veces un humor forzado, pero no deja de ser extraordinario y me llama mucho la atención que introduce una grabación como lo hará después en “Rayuela”, este detalle es muy Cortázar:

(Remo hace un gesto de rebeldía, pero pone el disco en el plato. Surge la voz de Nélida. Mientras se oiga, la imagen de Nélida paseará las manos por lo vidrios y dará la impresión de que está recitando pero fuera de tiempo, como en las primeras películas sonoras).

Voz de Nélinda: --Fonopostal grabado por Nélinda. Capilla del Monte, 2 de marzo de 1947. Mi querido Remo: Espero que al recibo de la presente te encontrarás bien de salud en compañía de todos tus familiares. Todos tus familiares a saber la tortuga Berta, la estrellita de mar seca con una pata de menos, y las obras completas de Manuel Machado encuadernadas en medio tafilete verde. De mí puedo decirte que estoy pasando un veraneo sumamente en compañía de mis querido papá y mamá, esos dos monstruos que me secuestran con paredes de ternura y me torturan con látigos en cuyas puntas hay un beso. La provincia de Córdoba, feraz y dilatada, me ofrece sus productos típicos que le han valido justa fama. Anoche te escribí un versito que se llama “el espectro” y que dice:

Te vuelves a la noche con el gesto

del gato que se aguanta en su secreto ovillo.

(…)

Aquí termina el versito. Con deseos de que sigas bien, te abraza cariñosamente tu siempre amante Nélinda.

(Remo saca el disco con violencia, pero cuida de guardarlo cuidadosamente entre los otros).


domingo, julio 19, 2009


Caminamos toda la av. Jorge Luis Borges hasta llegar a Plaza Italia y nunca dimos con el Fondo de Cultura que está sobre la calle Salvador. Pero sobre Borges me corté el cabello y después nos fuimos a Clásica y Moderna en donde comí una ensalada Julio Cortázar, je, aquí todo llama a la literatura y eso me gusta. Alberto se reía mucho de que Ortega y Gasset fuera el nombre de un postre con dos flanes, dice que a eso mismo se reduce su obra a un flan movedizo y aguado. He estado leyendo el libro de "Montevideo" y me encanta, pero no puedo dejar de pensar en el libro de "la abeja" de César Aira, será el siguiente que lea. En Clásica y Moderna encontré los dos tomos de Obra crítica de Cortázar que no había en ningún lado. Además como ya es la segunda vez que vamos a comer ahí y el mesero y la señora de la librería nos tratan muy bien nos regalaron una botella de vino. Los días lluviosos y las calles solitarias, todo me encanta, es parte del clima lo que me tiene tan bien. Sobre avenida Leandro tomé la foto que pongo arriba.

miércoles, julio 15, 2009

Ayer fuimos a Montevideo. Ciudad triste. Es plena decadencia y las personas miran al suelo cuando caminan y el peso en esta ciudad no vale nada. Y aún así: hay mejores librerías que en el D.F. y seguramente que en el resto de todo México. En esta librería que se llama "Puro verso" encontré un libro de Cortázar que no se consigue nunca: "Adiós Robinson y otras piezas breves". Ay los libros que se consiguen por estas tierras. (Por cierto Esponjita Hegeliana, no está ese libro y yo creo que ya no estará.) A veces cuando veo "Los autonautas de la cosmopista", "El diario de Andrés Fava", "Divertimento", "Los Reyes", libros que no se consiguen en México y que aquí están en casi todas las librerías, tengo esa fantasía de comprarlos y venderlos después al doble, jo jo jo, cosa que no haré porque no sé a quién demonios le interesa tanto como a mí tener estos libros, tal vez a Agustín, pero a él no se los podría vender porque es amigo. Pues así es, casi tengo toda la obra de Julio, casi porque todavía no tengo la Obra crítica tomo II, pero la buscaré en estos días... oh sí.
Y otra cosa. La Gandhi de aquí no tiene nada que ver con la de México. Los dos socios están muertos. Eso quiere decir que en 1984 las dos librerías (México y Argentina) eran lo mismo. Pero hoy en día tienen diferentes dueños e intereses, es por eso que en una se puede conseguir "Salvo el crepúsculo" y en la otra se puede conseguir "Rayuela" en punto de lectura, no manejan el mismo catálogo y la arquitectura de una no se compara con la de la otra. No es que quiera decir que la de México es más fea que la que está en la calle de Corrientes en Buenos Aires, pero la verdad es que sí, la de Corrientes es reina a lado de la Miguel A. de Quevedo. Y la mexicana parece un wallmart de libros (en donde los que atienden no saben de literatura, hay un montón de gente porque claro a dónde van si no es ahí) y por el otro lado; la de aquí parece una librería más de la calle de Corrientes con todo lo bonito que tiene eso, con chicos que saben harto de literatura y cuando ven alguna reseña en el periódico la recortan y le ponen un clip al libro reseñado, hay libros con post-it que dicen "este libro es buenísimo porque el autor hace una narración siempre en presente, etc", con una cafetería agradable, en fin, no, no es lo mismo, sólo tienen el mismo nombre. Y mañana veremos qué tal el Fondo de Cultura.

lunes, julio 13, 2009

Buenos Aires se parece un poco a Barcelona, se parece a París en algunas calles, pero creo como dice Jeanmaire: se parece a sí misma.  
El pasillo de nuestro edificio huele a asado y a naftalina en sus orillas.
Salimos a caminar sobre Florida y después damos vuelta en Lavalle hasta llegar a 9 de julio.
La basura se acumula en las calles después de las siete de la noche y los homeless llegan a hurgar las bolsas y así todo queda desparramado por el suelo y el viento arrastra papeles por toda la calle. Más noche toda la ciudad está llena de basura.
Pero aún así la caminata es agradable, el frío se siente en la cara y cuando damos vuelta en San Martín me emociona, me gusta el edificio porque el elevador es viejo y tenemos que abrir dos puertas para que funcione.
Ayer compré en el kiosko una bebida que se llama Dr. Lemon, es mejor que la Yoli y cualquier otro refresco de limón, bueno no es mejor que la Yoli digamos que es diferente.
Me gusta el subte, me gusta el vino del fin del mundo, me gustan sus culotes a tres por diez, me gusta que los taxistas porteños hablen, me gusta la guerra de las Malvinas, me gusta que los políticos vendieron el país, me gusta la queja de "los negros que han llegado", me gusta que digan que la 9 de julio es la más ancha del mundo, me gusta Corrientes, me gusta el chocolate submarino, me gustan los magnéticos de Borges, me gusta la frase "me revientas las pelotas", me gusta el café Tortoni, me gusta Buenos Aires, me gusta su invierno.


miércoles, julio 08, 2009

Buenos Aires,
Caminando por San Martín, esta es mi calle, aquí vivo durante quince días.
Sobre esta misma está el Centro Cultural Borges, a una calle está Florida, tango callejero y todas las tiendas que todo mundo conoce, el Zara y demás, sobre la misma un montón de puestos callejeros al estilo Coyoacán en donde venden mate y guantes para el frío.
Estamos a tres o cuatro cuadras de Puerto Madero, se camina por ahí hasta llegar a la Plaza de Mayo y de ahí caminamos por la Diagonal hasta llegar a la avenida 9 de julio. 
Y mañana es 9 de julio, aún no sabemos cómo estará el festejo, sólo sabemos que festejaremos la independencia.
Alberto y yo estamos festejando todo el tiempo: en cada una de las librerías de Corrientes. Cuando llegamos a la Librería Lozada, buenísima esta librería, por una compra de más de 400 pesos argentinos nos regalaron una valija... cuando nos dijeron que nos darían una valija, pensé que nos darían una bolsita de tela como las que luego daban de Gandhi, pero no: nos dieron una mochilita con rueditas y candado en donde pudimos poner los libros y cuando llegamos a la calle de Uruguay ya teníamos la valija llena. Aquí las cosas responden a otro nombres, maleta es valija, en lugar de jalar la puerta se tira la puerta, en lugar de tocarla se golpea, en lugar de bolsa de basura es bolsa de residuos, en lugar de chamarra, campera, ahora con la gripe que se tiene acá es barbijo en lugar de cubrebocas. Y cuando escuchan que somos de México nos hablan de lo maravilloso que es "El chavo del ocho" (!) ¿Qué es eso? Pues sí, el chavo es más famoso que Paz o Fuentes.
Y Julio en Julio: entré a una tienda en donde tienen 10 discos de todas las grabaciones que hizo Julio Cortázar, entre conferencias, capítulos de Rayuela, cuentos y entrevistas, fue muy alucinante: tenían el imán para el refrigerador con una imagen de Julio Cortázar, el pin, la postal, la camiseta, y yo me moderé, sólo compré el imán para el refrigerador y creo que volveré por algún disco con su voz, me parecía demasiado comprar tantas cosas de Cortázar como si se tratara de un Ricky Martin.
Después nos tomamos un maté en una cafetería que se llama "El gato negro" y también todo lo que había en esa tienda era hermoso, la tetera, las tazas, los botecitos, uf... todo era bello.
Buenos Aires huele a viejo y eso me gusta. 
En cada esquina de Corrientes veíamos unos tipos negros vendiendo relojes y demás piratería, pero era curioso antes de saber que era una especie de mafia, era como si el mismo negro se adelantara a nosotros y pusiera su mismo puesto de relojes. Pensamos que era así, que un negro nos seguía por Corrientes y cada que lo veíamos nos apretábamos la mano Alberto y yo.
Compras importantes:
"Los Reyes" de Cortázar por fin en mi poder. Muuuajajaja...
"Poesía inédita" de Oliverio Girondo.
"Epistolario" de Macedonio Fernández, (muérete de la envidia, yo sé que me lees) y "Para una metafísica argentina"
"El aliento del cielo" de Carson McCullers
"Háblame del fantasma del faro" de Tina Blanco
"El monstruo perfecto" de Franco Vaccarini
"Una ventana para Cecilia" de An Alfaya
"Montevideo" de Jeanmaire
"El amor brujo" de Roberto Artl
"Cuaderno de navegación" de Leopoldo Marechal
Oh sí.
Y por último unas lindas botas para la lluvia: Roxy Rock's
Lo mejor de la ciudad es estar en pleno invierno: el frío es ideal, pega en el rostro pero no se mete a los huesos.
Adoro Buenos Aires y sus pines de Borges.
Mañana más librerías, había que dejar algo para mañana y pasado mañana.
El vino santa Julia y el agua mineral villa maipú son la pura onda.

lunes, julio 06, 2009

Ya estoy haciendo la lista de cosas que no debo olvidar para mi viaje.
La otra vez soñé que se me olvidaba mi cámara. Así que tengo la cámara junto a su cargador enfrente de mí. Hoy fui a la Condesa a comprarle unas patitas a mi lap (que se quitan y se ponen y de esa manera no se calienta de abajo), las estuve buscando en el office y me veían con cara de que no existían. Grace me dijo de una tienda que está sobre Michoacán y Nuevo León y ahí había hartas cajitas con patitas para laps que se llaman "Cool Feet". 
Cámara fotográfica... ya
Cargador... ya
Pinturas... ya
Plancha cabello... ya
Shampoo
Cepillo de dientes
Cepillo cabello
Pasta
Crema
Ah todas esas cositas que hay que meter de último momento.
Me siento bien (!!) estoy contenida, así me siento (!!) y muy emocionada, tengo tantas ganas de viajar como hacía mucho tiempo que no sentía. La verdad es que en el fondo me emociona pensar que es una especie de Luna de Miel. Mmmm... creo que es eso lo que me tiene tan contenta: viajar con Alberto. Viajar a Diciembre. 
Así me dijo Zaida (la otra vez que la vi) en una equivocación por tratar de decir "allá es invierno" me dijo "allá es Diciembre".
Viajar juntos.
Pero sobre todo estar en otro lugar, graffitis nuevos, anuncios nuevos, comerciales en la televisión que nunca he visto, otra gente, otro mundo, otros bares, otros cafés, otras cantinas, y sobre todo: adiós maldita gandhi y tus malditos libros inexistentes, agotados, no lo tenemos, tal vez si lo pedimos, mediocres.
Hola Buenos Aires y tus librerías y tu invierno y tu olor a Julio Cortázar.
¡Allá voy!
Yuuuuujuujuy