miércoles, enero 27, 2010

sesión iii

Ayer cocinamos: Budín de papa con crema de tofu. Faltó la mitad de la clase pero al final tomamos cerveza y me la pasé muy bien escuchando historias de mudanzas.

Las recetas las pueden encontrar en Sukabumi: con lo que comemos creamos el mundo.

Este budín de papa ya lo conocía. En mi casa es un platillo que se hacía con queso manchego, jamón y crema… de mis preferidos. No lo sabía hasta que uno de los cocineros lo mencionó, entonces entendí de qué iba el budín de papa. Como siempre me sorprenden los nombres de los platillos. Esta es en especial una receta en la que uno se puede permitir cambiar e improvisar en cualquier momento.

La improvisación es justamente lo que más me gusta de la cocina, de hecho me gusta improvisar en todo momento. Me acuerdo de una improvisación en pleno tráfico. Venía yo bajando de Santa fe y decidí irme por otro camino, bajé del cerro por un montón de calles y curvas bien peligrosas y llegué a un barranco, tal cual, un barranco que no iba para ningún lado… tuve que perder como cuarenta minutos en volver a Santa Fe. Pero oh sorpresa, seis meses después cerraron Constituyentes por una obra y a todos nos mandaron por ese camino que llevaba al barranco y descubrí con asombro que muy cerca del barranco había un puente para pasar al otro lado y sentí felicidad, sólo necesitaba un agente de tránsito que me mostrara la vuelta. Así me pasa con la cocina, de pronto descubro que existen caminos que llevan a otras partes como el budín de papa o la crema de tofu con espinaca: sólo era cuestión de encontrar personas que te enseñen con el dedo índice esos puentes. Yo sabía la receta de las papas con queso y jamón. Cosas tan sencillas, tan evidentes como puede ser una receta de cocina se abren a la realidad de manera casi obscena. Ir a Sukabumi es ir a que te digan el blanco es blanco y uno se quede con la boca abierta. Porque para cocinar hay que usar la lógica y pensar en proporciones, saber un poquito de matemáticas, tener intuición, dejar que la estética vaya de la mano del sabor... no tener miedo.

En la cocina: siempre hay dos caminos. Una espinaca se puede hacer al vapor o se puede hervir; se puede echar a la licuadora o hacer con turbo licuador. El budín se puede hacer con papa o con camote blanco. La verdad es que me siento bien respecto a esta ley: siempre hay dos opciones en la vida, tomar clases de cocina o seguir improvisando en casa, pero a veces una no excluye la otra.

Aaaaaaaaaaa…

Eeeeeeeeeee…

¡Qué bueno que ocupo la tarde del martes en ese primer piso de la calle de Tajín!

Frases célebres en Sukabumi:

“Para toda verdura que nace debajo de la tierra hay que empezarla a hervir con agua fría por la onda de los almidones”.

“La tierrita de las setas se limpia con una brochita como si fuéramos arqueólogos”

“La papa se pone a cocer y se prueba, uno se da cuenta que ya está cuando se puede comer pero está un poquito dura”.

“Lo mejor es que las papas estén cortadas del mismo tamaño para que a la hora de la cocción queden parejitas”.

“Lo importante no es la receta es fijarse cómo va quedando”.

“Cuando se hace crema para un pastel, siempre hay que hacer una tercera parte del volumen que se prepara”.

“Hay personas a las que les da miedo el aceite: pero el cuerpo sabe qué hacer con el aceite”.

“La papa absorbe la sal y no sabe”.

“Cuando la papa absorbe el aceite queda una textura bien chida”.

“El veganismo ha sido un reto en mi vida”.

Hoy le platicaba a Ana que ir a mi clase de cocina es como ir a mi clase de yoga. Son dos actividades que me relajan mucho, me hacen sentir bien en la vida. Salgo con esa sensación de haber ocupado mi tiempo en algo productivo pero sobre todo de estar en un espacio que respeto profundamente.

miércoles, enero 20, 2010

sesión II


Ayer fue mi segunda clase de cocina en Sukabumi. Y estuvo súper aunque creo que me empaché con la crema de tofu. En nuestro recetario decía que haríamos: “Barra integral de jengibre”, pero el cocinero tuvo un pequeño lapsus al escribirlo y en realidad quería decir: “Pastel de chocolate con nuez”. Me acordé del buen Poncho, jajajaja, me acuerdo y me da risa... tiene un chiste en el que explica la función del “lapsus”. Dice más o menos así: El lapsus sale en el momento menos pensado para expresar un deseo escondido (como el pastel de chocolate) por ejemplo una pareja está cenando y de pronto el marido se voltea y le dice a su esposa: “hija de la chingada me arruinaste la vida” e inmediatamente se tapa la boca y dice “uuups yo sólo quería decirte que me pasaras la sal”. Así pasó ayer con nuestro recetario.

Frases célebres de la clase:

“Antes que nada se lava y se corta medio kilo de fresa, se le agregan 13 cucharadas de azúcar y se deja reposar, a su suerte, por lo menos unas seis horas en el refri”.

“En repostería tratamos de trabajar todo en frío: es más fácil”.

“Usar recipientes de cristal o acero”.

“Hoy trataremos de obtener un pastel decente, sabroso y consistente sin usar alimento animal”.

“El problema con los pasteles que no usan leche y huevo es que salen masudos”.

“Haremos una mayonesa dulce sabor chocolate”.

“La harina blanca hace más ligero el pastel”.

“Se cuela la harina antes de echarla porque se pueden encontrar un frijol”.

“Los rellenos van más dulces porque luego el pastel no sabe a pastel”.

“Quemarse con caramelo está cabrón”.

“Hay que comprar el tofu en las tiendas coreanas de la Zona Rosa”.

“Un cocinero decente tiene un turbo licuador”.

Y aprendí las tres razones para saber que el Bizcocho ya está listo:

-el clásico olor de “huele a pastel”

-se desprende de las orillas

-se mete un palillo en medio y sale seco

El bizcocho se deja enfriar mínimo cuatro horas o de un día para otro:

“La repostería no es para gente desesperada”.

Y en nuestra clase de dos horas “hicimos todo lo que no se debe de hacer”.

Después de agregarle los rellenos se tapan todos los desperfectos con el chocolate.

Me encantó escuchar que le dicen “bizcocho” al pan que se hornea. Mi abuela siempre dice “ya está el pan” no “ya está el bizcocho”.

Hicimos también los rellenos con harta azúcar, harta nuez y harto caramelo. La crema tofu sabía auténticamente a betún de chocolate, pero nada más de acordarme de la tantísima cantidad de aceite que necesita me dan ganas de ponerme a dieta. Mucho pero mucho carbohidrato la clase de ayer. Y yo comí dos rebanadas de un pastel que no se dejó reposar ni un solo minuto; que tenía dos capas de caramelo y mermelada que no estuvo nunca en el refri; y encima unas fresas que no reposaron seis horas… y me empaché porque me puse muy mal del estómago ayer en la noche y hoy. Pero a pesar de que era un pastel improvisado estaba buenísimo (no es la mejor foto de un pastel, pero estaba delicioso) y claro el buda dorado seguía atrás de todo esto. La próxima clase tomaré la foto del buda se me acaba de ocurrir.

sábado, enero 16, 2010



No olviden entrar a la madriguera del conejo pestilente antes de que se le rompa el reloj al señor Conejo y lo borré para siempre. En esta temporada de su blog hace un diálogo con Marie de Laos.

Oh sí...

Expresa tu calle


Estoy colaborando en la logística del Movimiento Expresa tu Calle.
Si pueden darse una vuelta por el blog, apenas lo acabo abrir.
También está el grupo en Facebook.
Pronto saldrá una convocatoria de artistas.
¡¡¡Ya se tiene el permiso de la casa que se va a intervenir!!!
Está marchando a la perfección todo el proyecto. Estén atentos a las noticias que estaré informando aquí mismo y en el blog de Expresa tu calle.

Yeah!!!

miércoles, enero 13, 2010

Sesión I

Ayer comenzaron mis clases de cocina en Sukabumi: cocina consciente. Me la pasé uuuuuuJuJuy... Me divertí mucho cocinando con Oscar Alexanderson y Pavol Lachkovic, son excelentes cocineros y además tienen muy buen humor y me hicieron sonreír toda la clase.

:) Oh... sí

(!!!)

Cocinamos:

Medallones de calabaza con setas (no soy fan de las setas, pero la verdad es que ni sabía a setas)

Rollitos de verano ( mis favoritos)

Y los acompañamos con una salsa, también hecha ahí mismo:

Aderezo de miel al chipotle (es una salsa insuperable)

Todo sabía a un nivel superior pero la salsa… uffff qué salsa, qué delicia.

Frases célebres de la clase:

“Un cuchillo: mientras más filoso, más seguro”.

“El jengibre se pela con una cuchara”.

“El hongo shitake es el único que regenera las células madre”.

“La juliana debe quedar tan delgado y fino como un palillo de diente: delgadito y fino”.

“No hagan leña de zanahoria: palillo de diente”.

“El color determina el sabor”.

“Nunca en mi vida he visto una cebolla transparente”.

“En época de humedad la cebolla hace llorar más”.

“Hay que percibir la clase como un tip, ver por dónde van las cosas porque nada vale más que la experiencia”

El detalle que más me gustó de la clase:

Había un buda dorado con un pequeño altar, flores y cosas bonitas al fondo de la estancia… y no sé por qué eso lo hacía mágico, quiero decir, cocinar es bello pero tener a un buda de peso completo mientras se cocina… es diferente, tal vez porque en mi pensamiento mágico siento que todo lo que hacíamos ahí era sagrado. Lo curioso es que todos los que estábamos cocinando no decían nada del buda, hacían como si no estuviera. Pero así es: cocinamos y me sentí protegida por el buda dorado.

Hoy mismo fui a la tienda oriental que está en División del Norte y la calle de Londres. Compré todo para hacer rollitos de verano y estuve cocinando una hora. Se lleva su rato andar cortando la zanahoria y la calabaza, el jengibre y el ajo. Y sí, increíble pero me salieron deliciosos…

Modestias a un lado… casi como ayer en la clase.

Me sentí muy contenta con la nueva receta. Y Alberto me quiso un poquito más que ayer.

Claro que fue más complicado porque no tengo el cuchillo profesional que usé ayer para hacer la juliana finita finita, lo hice todo con mi cuchillo que es un cuchillo normal: un cubierto así a secas. Pobrecillo de mi cuchillo si viera los otros cuchillos que están en la clase se moriría de vergüenza. Lo hice lo mejor que pude. Con una zanahoria, una calabaza y dos hongos shitake me alcanzó para hacer: Once rollitos.

Mañana haré más porque tengo dos zanahorias y dos calabazas y un montón de hongos.

Sí… pienso que mañana haré más y me emociona la idea.

mmm… Me encanta cocinar

Grito desaforado: ¡¡¡La cocina hace mis días!!!

¡Ya quiero que sea mi siguiente clase!

martes, enero 12, 2010

Primera vez en el año que me levanto temprano, y qué frío, fui hasta Santa FE (!!!)
Hoy inician ya las actividades, y claro, lo prometido es deuda, pueden visitar el blog del conejo pestilente, en donde soy la invitada de la temporada. Y ay Dios, fue un gusto estar de invitada. Oh, me divertí mucho haciendo esta colaboración, además de que es la primera vez en mi vida que escribo un post a mano. Muchas cosas están saliendo de mi puño y letra últimamente. Nueva historia en el tintero. Ahí encontraran verdaderos dibujitos hechos por mí. Qué día... estoy agotada. Y eso que mi clase de cocina comienza a las siete. La verdad es que iba a escribir hasta después, pero... moría de ganas de ver el blog del conejo y me gustó mucho, no olviden visitarlo. Tiene una parte que me encanta como los fragmentos de Pedro Casariego, pero el diseño y los arreglos que hizo con enorme dedicación el conejo: vale la pena echarles un ojo. De ahí viene Marie de Laos, de algunos poemas que están en esa página... y es sorprendente que siga siendo tan fresco. Además de que hablo de los Reyes Magos, temporada del año que me sigue sorprendiendo. Las cartas del Tarot, tan viejitas y tan entrañables... ya no las he leído. Pero son unas cartas mágicas.
Me da tristeza acordarme.
¡Vayan!

viernes, enero 08, 2010

miércoles, enero 06, 2010

Hoy:

Últimos días de vacaciones.

Fuimos a buscar unos foquitos para nuestras lámparas de buró, también regalos que recibimos nada más porque nos casamos. No traía foco una lámpara… y el foco no tiene una entrada estándar de foco, es un poco más chica. Primero fuimos a la ferretería cerca de la casa y nos vendieron un foco con una entrada más chica de la que necesita. Fui a la mega ferretería que está enfrente de la mega comercial a comprar el foco. Porque para colmo el único foco que teníamos se fundió. Así que necesitaba dos. Lleve el foco fundido para que no hubiera falla. El de la ferretería me dijo, con voz de vagabundo hecho por conejo pestilente: “ese modelo no lo manejamos”.

“¿en dónde puedo conseguir uno?”

“Ese modelo se llama cuit 40 y sólo lo consigue en el centro”

“¿y si voy a portales?”

“más seguro en el centro”

Entonces Alberto me dijo que fuéramos al centro. Me sorprendí porque salimos de la casa pensando en ir a la ferretería y decidimos hacer un viaje que por lo menos nos llevaría dos horas. Dejamos el coche en el wall mart de Miguel Ángel de Quevedo. Tomamos el metro y nos fuimos al centro con el objetivo de conseguir focos cuit cuarenta. Allá vamos cuit cuarenta.

Y caminamos por la calle de Victoria. Preguntamos por cuit cuarenta enseñando el foco fundido y nos dijeron: “uy no, ese no lo manejamos pero aquí a dos cuadras está la casa del foco y ahí lo deben tener”. Y fuimos a la casa del foco y sí lo tenían. Así que compramos diez. Por si se nos funden… pues ya tenemos varios.

Seguimos caminando por Victoria y después tomamos López. Fuimos al MUNAL a comprar el catálogo de “Los desmembrados de Orozco”… pero todavía no sale a la venta. No sé si están esperando a que termine la expo para sacarlo. Me molesté un poco.

Emprendimos el camino de regreso a casa. Pasamos al wall mart a comprar comida y que nos sellaran el boleto, y sí, todavía pagamos tres pesos porque no excedimos las tres horas.

Puse los foquitos cuit cuarenta en las lámparas y ahora todo es bello.

Sin darnos cuenta, hoy se cumplió el deseo de estar sentada en el sillón con una lámpara que alumbra justo a la persona que se sienta en el sillón, ahora con mi computadora al rato leyendo “Mundos paralelos”.

lunes, enero 04, 2010

Siempre hay alguien que respira como Darth Vader en el yoga. Es impresionante, pensé que sólo lo hacía Margarito por las mañanas. Pero no. Hoy fui a la clase de la noche y me encontré con una señora que hacía la respiración ¡más fuerte que Margarito! Ni siquiera Memo, que es el profesor, respira así de profundo. Oh… Dios bendiga a Memo Flores por sus clases. Si no fuera por esta clase no me sentiría con ánimo de nada, y la verdad es que salí bien contenta. Ya me hacía falta estirar bien los omóplatos y sentir que en el borde de los codos me salen alas. Además adoro cómo Memo se burla de los que tienen mucha elasticidad y les dice “no se engañen, hagan bien la postura, no piensen que porque pueden llegar al suelo y doblarse ya lo hacen bien”. Al final en el momento de la relajación, Memo se pone a hablar como filósofo del Tíbet, pero sus palabras me gustan, en serio: “no piensen si lo hicieron bien o mal, piensen que lo hicieron y que por eso ya valió la pena”.

Y sí, con todo y el Darth Vader que se sentó junto a mí, disfruté cada perro bocabajo y cada uno de los guerreros. Me encanta hacer yoga y sentir que me duele el cuerpo al día siguiente.

sábado, enero 02, 2010


Mi blog cumple tres años. La semana pasada leí que el blog de Elsa cumple cuatro años. Oh… Larga vida a los blogs. Yo comencé a escribir en este blog un primero de enero de 2007. Pero viene de más atrás esto de escribir en el blog… fue idea de un viejo amigo, que ya no me habla por cierto, pero eso es tema para una novela, y yo le dije no, y el me dijo que sí, y le pregunté ¿quién me va a leer? y me dijo que él me iba a leer, y así abrí el primer blog pensando en que él lo iba a leer y tal vez algunos cuantos. Este blog tiene una historia diferente. Comenzó porque estaba enamorada, y todavía lo estoy, pero ya no estoy “enamorada-pensando-que-todo-terminará-en-cualquier-momento”, esa angustia era la que dominaba mi cabeza. Es horrible amar a una persona que no sabes, y ninguno de los dos y nadie sabe, si esa relación seguirá el mes que viene. En serio no le deseo a nadie sentir ese desconsuelo. Porque nunca me había enamorado así, y porque al igual que el comienzo de “Sputnik, my love”: “fue un amor que lo derribó todo a su paso”. Y me acuerdo que estaba triste y tomaba mucho café y escribía cartas de amor que no terminaban nunca, y que creo, siguen sin terminar. Sólo que ahora estoy correspondida y no estoy triste, ya no, y tampoco tengo insomnio y sigo tomando mucho café. 2007 fue un año duro, difícil, todo lo que pasó fue muy complicado, en serio que tenía que dorarme la píldora para seguir adelante. Pero no quiero hablar de eso. Sólo pienso que 2010 será un gran año, tengo mucho entusiasmo de escribir nuevas cosas. Sobre todo eso: seguir escribiendo. Debo ser sincera, el único mes que no escribí nada fue en noviembre, y la verdad es que me pasé el tiempo escribiendo un libro de "La conquista de México" para Santillana... (y ojalá, le pido a los santos que la SEP lo acepte...) ese es el único hueco del año en el blog y ahora está justificado, a final de ese mes me fui a Guadalajara y lo demás lo escribí en diciembre. En estos días le cambiaré la apariencia a mi blog. Llevo un año con este fondo y creo que es hora de cambiarlo, también tengo ganas de ponerle un nombre, la verdad es que no tiene ningún nombre sólo una señal de la persona que lo escribe. Muchos tienen un nombre. No sé, ya veré durante la búsqueda de apariencias qué le deparará a mi blog...

Hace un momento estuve escribiendo en una libreta que tenía guardada del 2008. Me doy cuenta que soy bien aprehensiva para las fechas porque cada notita tiene su fecha. Es un cuaderno en el que escribí mis clases de arte contemporáneo y hasta tengo algunos dibujitos de compañeros míos. Me puse a escribir un post (que debe estar escrito así: de mi puño y letra) que saldrá en el blog del conejo pestilente, y ahí se me ocurrió lo de ponerle un nombre al mío. Pronto saldrá la nueva temporada del conejo pestilente y habrá sorpresas y cosas bonitas. También escribí que ya no estaba triste. ¿De verdad ya no estoy triste? Creo que no. Sólo tengo un poco de ansiedad de que comience ya el 2010, quiero decir, que comience en serio, con su tráfico, con sus horarios precisos, con sus citas en santa fe, con los cómplices que me hago en mis diferentes rutinas y las historias que me invento... ay sí... que comiencen las clases de yoga y de cocina, ¡¡¡quiero ser chef!!!!

Hace rato fui a la cocina a preparar café, tengo una nueva cafetera que me regalaron así: nomás porque me casé. Disfruto de los regalos de mi recién matrimonio. Está hermosa, la amé con locura. Y me quedé viendo mi cocina mientras se hacía el café y Alberto limpiaba la comida de la Bu. Los tablones de madera están atiborrados de cosas… qué impresión, pero ya no le puedo quitar nada, van llegando yerbas para hacer té-para-las-tos, servilleteros, botecitos para poner cosas, pastas, vino y más vino y anís y rompope y kahlúa y vodka. Sólo sé que esa cocina me hace muy muy feliz, además de las borracheras que me brinda. Hace tres años no tenía cocina, y hace un año pues tenía tres meses viviendo aquí y la cocina no estaba tan habitada como hoy. La cocina, sin duda, es lo mejor que pudo pasarle a mi vida. De hecho tengo como propósito de año nuevo meterme a clases de cocina. Así es. Clases de cocina. Y también hacer un proyecto de “historia de la literatura infantil” para la maestría en historia, ¿por qué no?

Mientras les pasó la dirección de un blog de recetas que está buenísimo, se llama “Cocina para impostores” y es para aquellos cocineros que quieren hacer la cena de navidad con un pavo enlatado y un puré de papas instantáneo, pero claro, bien hecho, que ni parezca que viene de la lata. Además en cada receta te avienta un choro simpático, con muy buen humor. Lo amarán aunque no amen la cocina.

Les dejo una foto de mi cafetera y al fondo la cocina que hace mis días.