jueves, diciembre 30, 2010

2010



Año en el que me convertí una ama de casa con todas las de la ley.
Muy bien, comencé con clases de cocina Sukabumi en enero. Y terminé con clases de tejido en julio pero el gusto me durará toda la vida.
Además de que mi relación con Isolda ha mejorado notablemente. Antes nos odiábamos un poquito y ahora hasta la confundo con mi esposa. Primero nos hicimos cómplices en Sukabumi y después en las clases de tejido. Cocinamos juntas un par de veces y fuimos felices. Creo que nos hemos hecho buenas amigas.
Se termina el año en que hice lo que quería: aprendí a cocinar suculentos platillos orientales y aprendí a tejer amirugumis y cuellitos y hasta un chaleco. Además de que en mayo comencé el diplomado de Ilustración que me hizo la mujer más feliz del mundo porque no sólo he aprendido hartas cosas sino que conocí un montón de personas que se metieron en mi corazón, como mis amigas Bárbara, Leslie y Mariana.
También aprendí algunas técnicas de ilustración que seguirán los primeros meses de 2011.
La verdad es que a veces cuando estoy en el diplomado me da mucho miedo de que termine, me entra una nostalgia adelantada muy rara.
2011 comienza con la maestría en historia del arte y sigo con el diplomado de ilustración, así que mi horario se complica cada vez más… pero me pone contenta saber que un día a la semana comeré con mi Comadre.
Debo de confesar que en Agosto comencé a sentir la necesidad de tener que ir a la escuela y estuve de oyente en la maestría, así que entro con una materia adelantada. Bien Nerd, pero está súper. Los martes estuve yendo a tomar clases al muac con Ana María Martínez de la Escalera que es buenísima, todo el semestre giro sobre “mal de archivo” de Derrida y quizá la mejor lectura fue la que hicimos de “Ante el tiempo” de Didi-Huberman. Los martes saliendo de clase me iba a comer con mi Comadre. Qué buenos momentos, buenos chismes y viboreadas, te quiero Paola.
2010, adiós.
Ir a la bodega Colofón fue uno de los mejores momentos del año. Aunque también ir a la FIL este año fue increíble, fue el fin de semana más largo que he vivido, y ya quiero Volver.
La publicación de “Checo” también me deja muy contenta, además de que he recibido buenos comentarios.
Espero que en 2011 salga un nuevo libro. Está la promesa, ya está el texto y todo a ver qué tal. Tiempos editoriales… ojalá estén de mi lado.
El mejor libro que leí este año… Bueno hubo varios y muchos se los debo a la gran Eva Janovitz que nos invitó a Colofón.
Greta la loca, Geert De Kockere, Carll Cneut. En su momento les dejé por aquí el link.
Los conejos, John Marsden, Shaun Tan. De los mejores.
El mejor cuento que leí, sin duda, “La dama del perrito” de Chéjov. Me compré una edición de “Cuentos imprescindibles” de Chéjov, que entre otros cuentos trae uno de mis favoritos: “Kashtanka”.
De las novelas más fuertes que leí este año: El palacio de las blanquísimas mofetas de Reinaldo Arenas. La novela tiene un ritmo de letanía que a veces es como si quisiera intercalar cierta agonía en la narración. Muy fuerte la historia, en partes autobiográfica, pero en la parte de ficción creo que los personajes femeninos son increíbles. Me gusta la decadencia, el calor insoportable, las moscas, la luna, la muerte jugando en el patio. Sin duda retrato de la miseria en un pueblito perdido en Cuba.
De las novelas más conmovedoras: El curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon. Es la historia de un niño autista escrita desde la primera persona.

Este año fui muy amiguera (mucho más que otros años).
Ya mencioné a mis amigas del diplomado pero a eso se suman:
Muy buenos momentos con Elsa Brondo, además de que me enseñó photoshop, me presentó con sus hijas y fui muy feliz yendo a su casa. También compartimos las clases de yoga. Oh sí. Este año hice mucho yoga y hasta aparecí en un programa haciendo yoga con mi maestra Yvette.
Me fui a tomar café con mis amigas del Yoga: Eulalia y Luz María. Y con ellas me convertí en el cliché de la señora que toma café con sus amigas de yoga, pero fui feliz.
Compartí con Mónica, Isolda y Elsa las clases de tejido y después nuestras sesiones de tejido clandestinas, jajajaja…
También apareció de nuevo en mi vida una amiga de la infancia con la que había perdido contacto y cuando nos encontramos nos hicimos amigas de nuevo. Georgina <3
Además de comer todas las semanas con Paola.
¿Qué más puedo pedir?
Grace estuvo todo el año en Berlín pero nos estuvimos skypeando y escribiendo.
A mi amiga Zaida no la vi tantas veces en este año pero estuvo en los momentos especiales: cumpleaños, concierto de Air, presentación de libro y cervezas con viejos amigos.
Pues me la pasé todo el tiempo rodeada de amigas y sin duda hicieron del 2010 un año bien especial.
Y claro de las emociones más fuertes:
La llegada de mi gatita Persia.

jueves, diciembre 23, 2010

Hoy apareció un pumba en mi bolsillo y es desde entonces un amuleto.
Tiene una patita a punto de romperse y me da tristeza saber que en algún momento se romperá, quizá porque es un plástico muy delicado y porque seguro que este pumba color naranjita ha corrido mucho en su pasado y ha quedado así.
Pumba... Pumba G.I Joe.




A un día de la navidad me fui a casa de mi abuela junto con mi hermana y mi mamá y nos pusimos a cocinar desde las diez de la mañana hasta las siete de la noche. Bacalao, romeritos y ensalada de manzana. El Bacalao quedó riquísimo.
Pasé la tarde escuchando todo tipo de rolas desde Beck hasta RHCP pasando por "Las manos quietas" una canción de Carlos Pérez que le encanta a mi hermana, Frank Sinatra, Stone Temple Pilots y una variedad de canciones que buscábamos en you tube mientras cocinábamos.
Y ya quiero que sea mañana para cenar muy rico.
Lo mejor de esta navidad ha sido el desenfado con el que he hecho algunas tarjetas de navidad, me he divertido mucho.

domingo, diciembre 12, 2010

Hacía muchos meses, quizá más de un año que no escuchaba a Janis Joplin. Y también hacía tiempo que no me enfermaba de catarro como estoy ahora. Y entre la voz de Janis y esta gripa que me tiene detenida en mi cama me siento fatal. Me doy cuenta que ya no estoy dispuesta a sufrir porque me cuesta trabajo incluso articular frases en mi cabeza antes de escribirlas. Antes, hace como unos cuatro años, sentía una disposición más amena a escribir justo en los peores momentos o cuando más mal me sentía. Ya no. Sentirme mal no me tiene dispuesta a escribir ningún azote. De hecho cada vez que leo el azote de otras personas y las ganas de estarse lamentando en blogs, facebooks y twitters casi me vomito. ¿Por qué? Creo que hay algo en esos azotes que me pisa los callos. Quizá me veo a mí misma haciendo eso, no ahora, pero sí antes y me da rabia acordarme.
Nada.
Creo que esta entrada tiene algo de queja y no me quiero quejar.
Estoy escuchando “Maybe” de Janis Joplin.
Estoy acostada en mi cama con la computadora en las piernas y los audífonos puestos.
Mi gata Anubis está oliendo la ropa que hay sobre una silla.
Tengo prendida una luz en el buró.
Y sí: estoy triste pero no en el azote.
Tengo ganas de una clase de yoga en donde respiras y al final tienes que hacer aaaaaah… así bien exagerado como para sacar todo.
Sacar todo.


P.d.
Lo que me pone bien es escuchar Ilya.

domingo, diciembre 05, 2010

y diciembre comienza con el taller de David Lara...
Estoy haciendo mis primeros raspados sobre acrílico y sobre gesso. A ver qué tal quedan.
:)
tengo ganas de salir corriendo y gritar dubiDubiDuuuUu

miércoles, diciembre 01, 2010

Ya de vuelta de Guadalajara.
Qué intensa semana... todo muy bien, aunque todavía me duelen los pies de caminar, de bailar y de girar como pirinolilla por todas partes.
Estoy muy contenta. Espero que algo bueno salga de esta feria y que el próximo año estemos festejando un nuevo libro.
Me llevé mi cámara y no tomé ninguna foto :(
Nunca supe en qué momento sacarla...
La FIL de este año me dejó completamente agotada. Siento que necesito dormir unos tres días para reponerme.
Por primera vez me resistí a comprar libros como loca enajenada.
Pero sí compré un libro buenísimo, que les recomiendo mucho: Nina Complot. Escrito por Karen Chacek, editado por Carlos Sanchez-Anaya e ilustrado por Abraham Balcázar, editorial Almadía.
Ojalá lo puedan conseguir.
Pues nada,
a dormir.