sábado, enero 28, 2012



Llegué a Madrid hace 12 días.

Llegué a casa de Georgina en el barrio de Salamanca.

Ayer me dieron las llaves de un piso que acabo de rentar después de muchas llamadas… no sé cómo va a llegar ese recibo de teléfono porque me negaron muchos sitios por no quedarme el año completo.

A Georgina la conocí en el Montesori cuando tenía 1 año y medio. Nuestras mamás se hicieron amigas así que crecimos juntas como si fuéramos hermanas. Los reyes magos nos traían las mismas cosas, jugábamos playmovil, nos gustaban los mismos programas de la televisión, nos disfrazábamos de Gloria Trevi y Alejandra Guzmán para cantar a todo pulmón canciones que escuchándolas de nuevo son bizarras pero teníamos ocho años y nos gustaban. Georgina a los nueve años me enseñó a cocinar huevo revuelto. Nos gustaba desvelarnos aunque nos costara trabajo. En el cuarto de Georgina había la foto del Che y yo no sabía quién era ese señor pero ella decía que era su novio, jajaja. Ahora que vive sola y que por primera vez la visito en una estancia tan larga es impresionante pero en su casa me he sentido como si fuera mi propia casa. Sé que puedo tomar lo que quiera de donde quiera, del refri, de su armario, del baño, de todo, no siento ningún recato en andar a mis anchas por la casa y dejar mi tiradero de cosas por todas partes. Me siento tan cómoda aquí… tanto así que teniendo las llaves de mi propio espacio me cuesta trabajo hacer las maletas y mudarme.

Ella: Idalia

Yo: ¿Qué?

Ella: Idalia dile al tiempo que regrese, que seamos estudiantes y que vivamos juntas.

Hacía tiempo que no pasaba tanto tiempo con Georgina y siento que como roomates somos las mejores. Platicamos muchísimo, salimos a caminar al Retiro, viajamos a Segovia, hacemos el súper en Carrefour, lavamos ropa, compramos ropa, escuchamos mucha música, cantamos, nos alaciamos el cabello, nos leemos cosas, criticamos a la gente, cocinamos rollitos primavera, cocinamos tortilla de papa, nos escuchamos, nos damos terapia, nos abrazamos, nos decimos que nos queremos que somos una familia. Sólo 12 días y ya siento nostalgia de dejar su casa.




jueves, enero 12, 2012

cuando piensas que ya todo estaba resuelto y te das cuenta que NO ES ASÍ.
Bueno pues esto de irme a España ha sido complicado.
Después de los trámites de la visa... Mi vida se convirtió en:
Cambiar el plan en Telcel al plan amigo menos por menos pagas 200, domiciliar el teléfono, hacer la banca net, sacar el toquen para poder hacer la banca net, ir dos veces al banco porque no sé cómo sacar la banca net, aprender a usarla en mi casa después de picarle muchas veces, hacer los trámites de inscripción, llenar mi CVU, llevar mi factura del seguro médico al posgrado de humanidades, comprar cartas poder para que una amiga pueda cobrar mis cheques de viajero, sacar copias de mi IFE, pedirle a mi hermana que sea mi testigo, sacar copias de su IFE, dejar mi carro en casa de mis abuelos, terminar de empacar ropa que no me llevo pero que mi hermana me guardará, llevar libros que no dejaré en mi casa en casa de múltiples amigas, asistir a múltiples despedidas, ver a la familia, respirar hondo, tratar de no herir los sentimientos de las personas que ya no pude ver.
Ya por favor.

domingo, enero 01, 2012

Este blog cumple 5 años.
Apenas puedo creer que siga con vida. La verdad es que ya lo hubiera dejado desde hace mucho pero siempre regreso y escribo, y creo que escribo más porque siento que hay una nostalgia cybernética, un lazo, como cuando no se quiere tirar a la basura un juguete porque nos hizo felices un tiempo y después ya está arrumbado y estorba. Lo bueno es que en la red las cosas no nos estorban, no ocupan un espacio, no hay que sacudirlo de vez en cuando o meterlo en una caja. El blog se ha hecho viejo. Quiero decir el sistema blogger... ahora ya está el tumblr y están las páginas web ahora más sencillas de utilizar que hace cinco años. Seguir escribiendo en un blog es una cuestión vintage. ¿Para qué escribir en un blog? Supongo que es la única manera que encuentro para escribir las tonterías que me pasan por la cabeza y una que otra cosa interesante.
En unas semanas me voy de intercambio académico, así que no me he podido entregar a las fiestas de diciembre, a las comilonas interminables y a las fiestas. He tenido que empacar muchas cosas que no voy a dejar en mi casa y tiré a la basura copias y copias de textos que he ido guardando desde hace diez años. En una de las libretas que tiré a la basura tenía escrita una cita de Julio Cortázar que cuando la leí me encantó, la había olvidado por completo con todo y que yo misma la copié en esa libreta:
"Es tan aburrido que sólo tengamos una vida, o que la vida tenga una sola manera de suceder. Por más que se la llene de sucesos, se la embellezca con un destino bien proyectado y cumplido, el molde es uno: quince años, veinticinco, cuarenta -la galería. Llevamos la vida como los ojos, puesta de modo tal que nos conforma; los ojos ven el futuro del espacio, como la vida es siempre la delantera del tiempo".
Este fin de año lo sentí un poco forzado, demasiado estrés para pensar en propósitos, en uvas y en qué cocinar. Por eso mismo cuando leí la cita de Cortázar pensé ¿por qué sólo puedo festejar el año nuevo cenando, comiendo uvas, reuniéndome con la familia?, ¿por qué tiene que suceder de esa manera?, ¿por qué no puedo dormirme como cualquier otro día después de hacer un montonal de cosas? ¿por qué tenemos que vivir diciembre siempre con los mismos moldes? No se puede terminar el año como se terminan todos los días, cenando dos quesadillas y a dormir, o estar despierta hasta que de pronto ya son las 2 de la mañana y hay que ir a dormir. Quizá porque si me pasara esa idea por la cabeza pasaría como neurosis y amargura y mi hermana se enojaría y me gritaría por el teléfono y mis abuelos se sentirían ofendidos... y no tanto porque de verdad no he sentido que estoy de vacaciones con tantos trámites y tantas cajas empacadas que iré dejando por todos lados en donde quepan.
Y después de esto, acabo de recordar que mi amigo Frederik el último año lo pasó sentado frente a su computadora, deseando por chat un feliz año nuevo. Nunca lo he hecho. Porque en el fondo soy tan ordinaria como cualquiera, quiero cenar, contar los últimos segundos y comer uvas, en el fondo hacerlo todos los años es más fuerte que cualquier reflexión estúpida al respecto, por más razón que tenga.
Y comienzo el año: triste. Estoy triste porque dejo a mis dos gatitas: Anubis y Persia que son dos gatas hermosas que me acompañan todo el tiempo, se quedan en México con un par de amigos y eso me rompe el corazón. Sé que estarán bien pero no podré estar ahí para verificar que la pasen bien y eso me entristece. Toda mi vida he estado rodeada de gatos, siempre he vivido con un gato a lado y esta es la primera vez que no tendré un animalito que me reciba en casa.
Deseo de verdad que me vaya muy bien y que pronto se me pase la tristeza de mis gatas. Espero que todo salga bien y pienso que es una buena oportunidad para regresar a mi blog y escribir chocoaventuras... pero eso nunca lo sé, cada año pienso que escribiré más en mi blog y cada año escribo menos y menos, pero creo que tiene que ver con las nuevas redes sociales como el instagram, el tumblr y el twitter... y el facebook cada vez me enoja más, no estoy dispuesta a ponerle locación a las fotografías, odio su menú de actualizaciones, lo odio más y más, pero no me estorba y no necesita una caja para no verlo.
Feliz año a todos los que visitan este blog, feliz año 2012.

:)