Isaac Bashevis Singer, premio nobel 1978. Estoy encantada de leer su novela "El mago de Lublin" qué bueno es caray.
"-el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- le habían parecido a Yasha aún más increíbles que los milagros que el Hassidim atribuía a sus rabinos. ¿Cómo era posible que ella creyera semejantes cosas?, se preguntó. No. lo que hacía es fingir que las creía. Todos fingen. El mundo en pleno no hace más que representar una farsa porque todos tienen vergüenza de decir: no sé."
"Cuando estaba en la taberna, Yasha presumía de ateo, pero, en realidad, creía en Dios. La mano de Dios estaba presente en todas partes. El capullo de cada fruto, cada guijarro, cada grano de arena eran una manifestación de Él."
Así es diciembre, así se termina este mes, con Yasha y su tobillo roto y su presentación en Varsovia.
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