Tengo que dedicar un espacio a lo que he traído en la cabeza todo el día.
Hoy cumplía años un amigo mío, cumpliría los mismos años que yo cumplí en abril pero murió en enero.
Hace dos años le escribí una carta muy larga para felicitarlo y él me contestó dos días después una carta que no tiene caso postear aquí, pero que en su posdata me decía:
P.D. Únicamente deseo algo en este 10 de mayo (ahora sí, ya pasó mi cumpleaños): No morir en la abyección de lo que se debe de... (pensar, decir, hablar, escribir, sentir). Uno puede sentir, cuando trae semejante cruda, que llega la muerte. Espero no morir como SE debe de morir todo crudo, espero no residir en esa abyección. Espero liberarme de la dictadura del SE.
1 comentario:
¿Sabes? Me impresionó la posdata, porque sé que eso que dice lo aprendió un día hace dos años de la boca de un profesor en el que me reconozco. Qué tremenda son las pérdidas más cuando ellas involucran el desvarío de las secuencias, de los órdenes, de todo aquello que nos otorga las seguridades de nuestras pobres vidas
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