sábado, enero 02, 2010


Mi blog cumple tres años. La semana pasada leí que el blog de Elsa cumple cuatro años. Oh… Larga vida a los blogs. Yo comencé a escribir en este blog un primero de enero de 2007. Pero viene de más atrás esto de escribir en el blog… fue idea de un viejo amigo, que ya no me habla por cierto, pero eso es tema para una novela, y yo le dije no, y el me dijo que sí, y le pregunté ¿quién me va a leer? y me dijo que él me iba a leer, y así abrí el primer blog pensando en que él lo iba a leer y tal vez algunos cuantos. Este blog tiene una historia diferente. Comenzó porque estaba enamorada, y todavía lo estoy, pero ya no estoy “enamorada-pensando-que-todo-terminará-en-cualquier-momento”, esa angustia era la que dominaba mi cabeza. Es horrible amar a una persona que no sabes, y ninguno de los dos y nadie sabe, si esa relación seguirá el mes que viene. En serio no le deseo a nadie sentir ese desconsuelo. Porque nunca me había enamorado así, y porque al igual que el comienzo de “Sputnik, my love”: “fue un amor que lo derribó todo a su paso”. Y me acuerdo que estaba triste y tomaba mucho café y escribía cartas de amor que no terminaban nunca, y que creo, siguen sin terminar. Sólo que ahora estoy correspondida y no estoy triste, ya no, y tampoco tengo insomnio y sigo tomando mucho café. 2007 fue un año duro, difícil, todo lo que pasó fue muy complicado, en serio que tenía que dorarme la píldora para seguir adelante. Pero no quiero hablar de eso. Sólo pienso que 2010 será un gran año, tengo mucho entusiasmo de escribir nuevas cosas. Sobre todo eso: seguir escribiendo. Debo ser sincera, el único mes que no escribí nada fue en noviembre, y la verdad es que me pasé el tiempo escribiendo un libro de "La conquista de México" para Santillana... (y ojalá, le pido a los santos que la SEP lo acepte...) ese es el único hueco del año en el blog y ahora está justificado, a final de ese mes me fui a Guadalajara y lo demás lo escribí en diciembre. En estos días le cambiaré la apariencia a mi blog. Llevo un año con este fondo y creo que es hora de cambiarlo, también tengo ganas de ponerle un nombre, la verdad es que no tiene ningún nombre sólo una señal de la persona que lo escribe. Muchos tienen un nombre. No sé, ya veré durante la búsqueda de apariencias qué le deparará a mi blog...

Hace un momento estuve escribiendo en una libreta que tenía guardada del 2008. Me doy cuenta que soy bien aprehensiva para las fechas porque cada notita tiene su fecha. Es un cuaderno en el que escribí mis clases de arte contemporáneo y hasta tengo algunos dibujitos de compañeros míos. Me puse a escribir un post (que debe estar escrito así: de mi puño y letra) que saldrá en el blog del conejo pestilente, y ahí se me ocurrió lo de ponerle un nombre al mío. Pronto saldrá la nueva temporada del conejo pestilente y habrá sorpresas y cosas bonitas. También escribí que ya no estaba triste. ¿De verdad ya no estoy triste? Creo que no. Sólo tengo un poco de ansiedad de que comience ya el 2010, quiero decir, que comience en serio, con su tráfico, con sus horarios precisos, con sus citas en santa fe, con los cómplices que me hago en mis diferentes rutinas y las historias que me invento... ay sí... que comiencen las clases de yoga y de cocina, ¡¡¡quiero ser chef!!!!

Hace rato fui a la cocina a preparar café, tengo una nueva cafetera que me regalaron así: nomás porque me casé. Disfruto de los regalos de mi recién matrimonio. Está hermosa, la amé con locura. Y me quedé viendo mi cocina mientras se hacía el café y Alberto limpiaba la comida de la Bu. Los tablones de madera están atiborrados de cosas… qué impresión, pero ya no le puedo quitar nada, van llegando yerbas para hacer té-para-las-tos, servilleteros, botecitos para poner cosas, pastas, vino y más vino y anís y rompope y kahlúa y vodka. Sólo sé que esa cocina me hace muy muy feliz, además de las borracheras que me brinda. Hace tres años no tenía cocina, y hace un año pues tenía tres meses viviendo aquí y la cocina no estaba tan habitada como hoy. La cocina, sin duda, es lo mejor que pudo pasarle a mi vida. De hecho tengo como propósito de año nuevo meterme a clases de cocina. Así es. Clases de cocina. Y también hacer un proyecto de “historia de la literatura infantil” para la maestría en historia, ¿por qué no?

Mientras les pasó la dirección de un blog de recetas que está buenísimo, se llama “Cocina para impostores” y es para aquellos cocineros que quieren hacer la cena de navidad con un pavo enlatado y un puré de papas instantáneo, pero claro, bien hecho, que ni parezca que viene de la lata. Además en cada receta te avienta un choro simpático, con muy buen humor. Lo amarán aunque no amen la cocina.

Les dejo una foto de mi cafetera y al fondo la cocina que hace mis días.


2 comentarios:

Idalia dijo...

Oh si esa cafetera es hermosa, y la cocina tambien es linda, felicidades al blog cumpleañero!

Alberto Constante dijo...

No sabes como me hace feliz tu felicidad, es algo tan compartido. Tienes razón, 2007 fue un año "difícil", pero hoy no lo es, siempre se vive con temores pero ahora creo que podemos vivir sin ellos, que el horizonte se abre y que hay que esperar cosas bonitas, hacer que surjan ellas de ese fondo de nada. Porque las cosas no llegan, se hacen, como tu felicidad y la mía. Es tan curioso. Felicidad, creo que siempre la deberíamos de escribir con f pequeña, para que se ajuste y sepamos que de eso se tiene que llenar la vida, de una cocina, de una cafetera, de una carpeta, o de una libretita donde escribir, quizá de unos dulces comprados para festejar el día de reyes o simplemente de un guiño que nos haga esa persona a quien amamos