El 26 de abril de 2012: Yo estuve ahí con Vila-Matas y con
Graciela.
Graciela llegó ese día a Madrid y lo primero que le dije
cuando caminábamos del aeropuerto al metro fue: hoy conocerás a Vila-Matas
porque ayer me enteré que estará en la Biblioteca Nacional y como seguramente
habrá mucha gente hay que estar ahí una hora antes.
Pero Madrid no es el Distrito Federal en donde conferencias
como la que dio Vila-Matas hubieran estado abarrotadas de gente con dos horas
de antelación y al terminar su plática Vila-Matas hubiera sido acosado por
miles de mexicas…
Pero es una maravilla que su conferencia no hubiera sido en
México, lejos de Juan Villoro, lejos del Colegio de México, lejos del Fondo de
Cultura, lejos de todos los pousers. En México hubieran puesto una mesita en el
loby en donde hubieran vendido todos los libros de Vila-Matas un 10 por ciento
más caros que en las librerías para motivar a la audiencia a comprar el libro.
No.
Aquí no es así y es lo que más me gusta.
Llegamos una hora antes y la chica de la entrada nos dijo
que pasáramos a ver la exposición de Biblias porque el evento no abriría sus
puertas hasta las siete menos cuarto. Y en efecto sólo Graciela y yo estábamos
ahí como fans from hell. Al principio cuando no vi gente pensé que me había equivocado
de fecha pero no. Madrid es muy racional y ordenado, a veces me sorprende tanta
solemnidad.
Sentí que tenía 15 años y que vería a Kurt Cobain. A veces
soy así de trivial con mis sentimientos, pero esa soy yo.
El señor Vila-Matas es un hombre sin barba.
Y es un señor
que vale la pena escuchar hablar. Me sentía muy tensa con la enumeración de
puntos en los que consistía su conferencia y no recuerdo casi nada, sólo que
mencionó a Laurence Sterne, pero no entendí que quería decir con Tristram Shandy,
pero creo que no entendí porque estaba nerviosa tratando de prestar atención y de pronto
hablaba tan deprisa que se me perdía la idea y me llegué a sentir realmente
estúpida. Habló de Italo Calvino no recuerdo qué. Pero sí recuerdo lo más
importante y eso hace que todo tenga sentido: “vive y averigua quién eres”,
escuché esto y pensé: Vila-Matas es el Píndaro posmoderno sin duda.
Después, al terminar la plática resolví mentalmente uno de
los motivos principales que me tienen aquí en Madrid: la investigación de mi
tesis. He estado investigando las relaciones entre dos murales de guerra: el
Dive Bomber and Tank de Orozco y el Guernica de Picasso. Tengo toda la
investigación casi resuelta y es un poco penoso porque hay poco diálogo entre
ambos artistas, de hecho están bastante separados. Comencé a escribirlas y me
parece tan soso todo lo que ocurre ahí, porque es tan lugar común y aburrido… que
nada, no hay mucho que hacer. Pero después de escuchar a Vila-Matas sobre cómo
fue a los archivos de L.A. y estuvo revisando los guiones de las películas que escribió
Scott Fitzgerald, se llevó más de seis meses en esta tarea, para averiguar sólo una frase de una película inédita me quedé
impresionada, de hecho creo que ni Piglia que es historiador ha sido tan
riguroso como Vila-Matas, y eso ya es mucho decir. Pues tuve una idea
brillante, quizá la mejor que se me pudo ocurrir entre el Dive Bomber y el
Guernica.
Esta semana terminaré de escribir la investigación y sin
duda le debo ese final al señor Vila-Matas, con quien me tomé una fotografía… y
aquí está la prueba de ello.
El 26 de abril de 2012 también pasará a la historia porque
estuve muy feliz a lado de Graciela, que después de conocer a Vila-Matas, caminamos por Malasaña, nos tomamos un vino en Pepe botella, compramos té con
Yuli y no pudimos dormir de la emoción. Te quiero y ya te extraño Grace.
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