1.
El
día de hoy amanecí como cualquier otro de este año. Un año más, sí, pero el último
de la veintena. Mi gata Persia me rascaba la panza como si quisiera que abriera
mi piyama para que ella se metiera, pero no lo hice, la ignoré y la hice a un
lado. No recuerdo qué estaba soñando. Pero cuando me levanté todo estaba en
orden. Salí al comedor y vi que Alberto me había dejado un lugar para
desayunar, eso me puso de buenas. Sobre la mesa estaba la orquídea que me regaló
Claudia, las galletas que me regaló Elsa y junto las otras galletas que me regaló
Silvana. Tomé una galleta de la ideal y la comí, después comí otra más y otra,
son muy ricas. Puse a calentar agua para té. Después comencé a hacer toda la
rutina, lavar los trastes, tender la cama, llevar la ropa sucia al sesto,
meterme a bañar, apagar el boiler y en cada acción me hacía consciente: esto lo
hago porque quiero, esto lo hago porque en cualquier lugar lo haría. Es una
forma de que no me de tedio, de que esa acción no me deprima ni un segundo.
Lavar los trastes es algo que no terminará nunca en mi vida, pueden pasar
muchas cosas, puede existir gente a nuestro servicio, pero, siempre siempre
siempre habrá un traste sucio por lavar. El agua casi se evapora cuando me acordé
que tenía puesta la estufa. Necesito urgentemente una tetera chifladora porque
ya van varias veces que me ocurre.
Después
manejé con Donatello a la nueva oficina de Estudio Paraíso.
Ahí
me siento como en casa, tomé un café en una taza con flores que es muy pequeña
y linda y manos a la obra, hice mi trabajo y me divertí muchísimo. La entrevista
a Nito fue muy interesante, me reí, me emocioné y un montón de estados de ánimo
que dejaron los trastes sucios en lo más remoto de mi día.
2.
“Existen
dos tarzanes: El Tarzán Godinez y el Tarzán López”.
El
mundo de los dobles en México encierra este tipo de frases. Los stunts,
llamados dobles o extras, son unos seres muy especiales. Son personajes que
trabajan con el peligro pero en cada reto y en cada escena guardan una especie
de orgullo que los engrandece más y más. Su trabajo es estar siempre a prueba (como
cuando Joel pegó su lengua en un barrote congelado como símbolo de que era
capaz de eso y más…), demostrar que tienen una técnica: que son acróbatas,
magos e ilusionistas. Los stunts son hombres de piedra y son el héroe sin
rostro que hará las acciones por las que será recordado el protagonista de la
película. Son héroes, aunque parezca
mentira, en este mundo sin héroes hay todavía personajes que arriesgan su vida
por un carro que sale volando o una explosión de muertos vivientes. Nito me
impresionó por su cantidad de anécdotas y su buen sentido del humor, como
cuando estuvo como doble en Resident Evil y le dio asco comer junto a todos los
maquillados, el maquillaje era tan real que no podía comer viendo a todos los
zombies. Platicó cada puesta en escena como si le hubiera ocurrido, quizá
porque en verdad le ocurrió aunque estuviera montado: la emboscada, los
disparos, la caída, los zombies y todas las anécdotas eran, en el sentido
literal, de película.
Este
mes estaré trabajando con stunts y todo será así: de película.
3.
¡¡¡Compren
la Domus 6!!! Escribí en el journal.