Qué
días tan terribles son los que siguen a la navidad. Todo cerrado. No somos nada.
No
hay nada abierto, eres tú y tu circunstancia a la máxima potencia, eso es
angustiante.
Podría
ser peor, dijo Martín, podría ser domingo y estar en Suiza y estar a diez
grados bajo cero. Eso es peor.
Pensamientos
para el día después de la navidad, para soportar la ciudad en paz, tolerar la
lluviecita, sonreír porque entró un frente frío, etcétera:
- La peor navidad que he pasado fue una en Acapulco con una familia que no era la mía, cenando chivo en platos desechables y tomando coca-cola en un vaso desechable también.
- Nunca podría arruinar una navidad. No me veo arruinando una cena de ningún tipo a decir verdad.
- Olvido libros que he leído. Es impresionante pero sí. No recuerdo una sola palabra de un libro que hoy descubrí que estaba en casa de mi mamá. Se trata de una novela de Eugenia Gallardo, publicada en Guatemala, que se llama: “No te apresures en llegar a la Torre de Londres porque la Torre de Londres no es el Big Ben”. Lo peor del caso es que abro la novela, leo el inicio y me encanta. Aún así no puedo recordar más.
- Amo el té rooibos vainilla que venden en Starbucks.
- Ahora que lo escribo, la palabra “rooibos” es hermosa, rrrooooibos, es lindo pronunciarla en un murmullo. ¿Podría ponerle de nombre a un gato Rooibos?
- Este año dejé de escribir en mi blog porque comencé un diario personal. Recuperé una voz interna que había perdido en la voz externa que uso en este blog. A veces pienso que todo esto ha sido una pérdida de tiempo y aunque pegado a ese pensamiento viene otro que me dice “no, no seas azotada”, hay otro que dice, “sí, tanta verborrea es innecesaria”, “esto está bien”, “esto está mal”. Qué complicado, al final, de eso trata la escritura, de escribir y de tirar a la basura, de escribir y pensar, reflexionar, guardar y pasan los días y después, ¿escribí esto? ¿por qué?
- Ayer soñé esa frase de Woody Allen: Un hombre que no funciona para la vida pero sí para el arte. No la recuerdo textual ¿o era más bien un hombre que puede vivir en el arte pero no en la vida?
- No es bueno ver tantas películas de Woody Allen juntas, son demasiadas las frases que se convierten en ideas y a su vez en argumentos, bolas de nieve que comienzan con un copo y terminan aniquilando prejuicios que uno pensaba inamovibles. Pensé ¿por qué no aprendemos de estas películas? ¿por qué no le hacemos caso a Woody Allen? Pero después vienen a mi cabeza muchas preguntas: ¿a qué parte le hacemos caso? ¿a qué personaje le somos fiel? ¿con quién nos quedamos?
- No matter what the shrinks, or the pundits, or the self-help books tell you, when it comes to love, it's luck.
1 comentario:
Eso de llevar un diario de papel creo que me vendría bien. Voy a hacer el esfuerzo, sínceramente (léase con el acento que puse ahí, porque así decía mi abuelita). De todos modos hay que mantener vivos a los blogs. Son hermosos.
La quiero mucho. Ojalá un día de estos nos podamos ver de carne y hueso... en la Cineteca quizás... luego la invito más formalmente. Gracias por su visita allá. Un abrazote.
Feliz año nuevo
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