sábado, abril 05, 2014

Escribir mientras estás en tránsito.
De viaje, dicen.
Hoy me compré unas botas Dr. Martens. Quizá la mejor compra que he podido hacer en el año.
También estoy de pasada en Madrid. Y aunque viví aquí cerca de 8 meses en el 2012, la nostalgia es fuerte, los recuerdos se pegan a los territorios como las manchas de vino tinto a los manteles.
Estoy contenta.
Muy contenta de encontrarme con rostros de personas que al final se convirtieron en amigos entrañables.
También contenta de escribir a mitad del viaje. Permitirme lo que a veces pienso que debería de olvidar para después escribir la sustancia de lo que significa el verdadero viaje. Me quito de encima un poco esa idea y escribo que he sido enormemente feliz de caminar por la plaza de Santa Bárbara más conocida por el metro Alonso Martínez.
Para este viaje he pensado en armar un álbum de fotografías como se hacía hace pocos años, uno toma fotos y después crea un álbum digital y lo sube. Algo así haré, pero sólo de retratos, de aquellas personas que reencontré en mi camino.
Hoy cumplo 8 días de viaje, 8 pares de calcetines sucios.
O lavas o te quedas sin calcetines.
Decidí ir al H&M y comprar 8 pares de calcetines y seguir ensuciando calcetines.
La cuestión es: ¿lavar o comprar? Y decidí comprar.
Nunca es malo tener calcetines.
Amo tener calcetines.
Además los calcetines que compré en el H&M de Callao son de animalprint.
Negros, grises, con un jaguar, una cosa hermosa.

Mañana se suponía correría una carrera de 10 kilómetros en Barcelona.
Mi amiga Georgina que sabía que vendría a España me inscribió a la carrera, misma que me perderé porque tengo otro compromiso en Madrid.
Muy en el fondo, esta entrada de blog quería dedicarla a esa carrera de 10 kilómetros.
Como no hice esa carrera fui a correr al Parque de Santander.
10 kilómetros. Sin parar.
De algo deben servir porque no he dejado de comer pincho de patata.
Conclusión: Madrid es un pueblo.
pero es un pueblo bello,
con sus Tigers, sus chinos gourmets, sus dr. martens, sus melissa, sus otulets y tiendas vintage, su calle de Fuencarral, su Universidad con cervezas a las once de la mañana y grafiti de paro y M22.
Me encanta Madrid.
Me encantaría volver a vivir en esta ciudad / pueblo.
Me encantan sus cafeterías / bar.
Su street art, su caña con casera, su gente bonita, su lenguaje siempre atinado.
No se dice carro, se dice auto, no se dice camión se dice autobus, no se dice flojera se dice pereza...

Estatus. Felicidad.

Corolario. Felicidad.

Estoy escuchando esta letra:

Vem ver a vida

Sem você meu amor eu não sou ninguém

Estou tão sozinha tenho os olhos cansados de olhar para o além



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