viernes, julio 22, 2011



También cuando estoy de vacaciones salgo.

Me fui una semana a Nueva York. Y estuvo increíble el calor… Me derretía. Pero en todas partes tienen aire acondicionado y la brisa de las calles hicieron muy soportable el calor.
Me divertí mucho. Me hospedé en Brooklyn y creo que es un gran gran barrio, me encantó estar caminando por ahí y conocer el Museo de Arte Moderno de Brooklyn: vale la pena ir nada más para ver “The Dinner Party” de Judy Chicago. Ícono del arte feminista. Esa expo fue la mejor que vi en NY. En el Moma está Francis Alys con la exposición que montó en San Ildefonso en 2005. Buenísima… pero había algo de mágico ver la expo en México y salir y ver los escenarios ahí mismo. Los códigos que las personas que conocen bien el centro histórico tiene mucho que ver con la intensión de Alys en toda esa exposición. Toda la exposición tiene que ver con el centro histórico de la ciudad. Verla en el Moma fue algo raro porque la gente no captó el humor que tienen muchas de las piezas de Alys. Entonces lo que da mucha risa como ver a Francis Alys empujando un hielo enorme por las calles de Guatemala pues en el Moma la gente se quedaba como muppet viendo seriamente el video tratando de descifrar su enigma… En el Guggenheim hay una exposición de Lee Ufan, medio de... equis. Quizá lo mejor es ver la expo de Hans-Peter Feldmann que tiene dos salas tapizadas con puros billetes de un dólar que suman 100 000 dólares que fue el premio que recibió de Hugo Boss. No fui al MET. No se puede hacer todo en siete días.
The Dinner Party: Virginia Woolf

Lo mejor de NYC, claro si eres una loca furiosa de los libros para niños como yo:

“Books of Wonder” 18 west 18th street. Aquí hay todo de todo. Me compré la colección completita de libros de Beatrix Potter, o sea 22 pequeños libritos de pasta dura y sus ilustraciones bellísimas. Todo está aquí hasta el peluche de Olivia. Compré varios libros de Peter Sis, uno que está buenísimo que se llama “The Wall” y es sobre el muro de Berlín. Otro que es sobre un radio del tiempo y la historia está ubicada en los cuarenta. En fin, es un paraíso. Compré tantos libros que me dieron 15 dólares del dinero de Books of Wonder, así que regresé a gastarlos en unas libretas que venden de Beatrix Potter. Caminando sobre la misma 18 west de la 5av a la 6av hay dos papelerías una mejor que la otra, la mejor es la que está más cerca de la 6av. En la esquina de la 18 west y de la 5av está una de las tantas “Barnes and Nobel” pero deja mucho que desear esta librería es como la Gandhi, peor porque la parte de niños es para ponerse a llorar. No hay más que ediciones de libros para colorear de Disney y cosas así.
“Strand” 828 Broadway. Es una librería de saldos en realidad, pero más o menos porque se encuentran muchos libros para niños rebajados considerablemente y no tienen ningún maltrato, no tienen tanta variedad como “Books of Wonder” pero sí encontré los mismos libros con un 40 o hasta 50% menos que en “Books of Wonder”. También tienen libros raros y primeras ediciones.
“Book Court” 163 Court street en Brooklyn. Aquí no es que sea La gran librería pero nada más y nada menos que es la única librería en NY en donde están los libros de Oliver Jeffers firmados por él y no cuestan un dólar más por estar autografiados. Además caminar por toda la calle de Court es muy ameno, es un gran barrio. A unos pasos de la librería hay una tienda que venden puras cositas de diseñador en donde me compré unos zapatos bien lindos y una cartera que dice “i hate people”. También a una cuadra está Smith street en donde probé el mejor sake del mundo, es un sake sin filtrar con pedacitos de arroz: Nigori.


“Phaidon” 83 Wooster street. Libros de arte y también libros para niños, pocos, pero muy buenos los que hay. Aquí me compré “Otto: The Autobiography of a Teddy Bear” de Tomi Ungerer, firmado por el autor. Este mismo libro está en Strand y en Books Wonder pero no está firmado por el autor porque lo edita Phaidon y supongo que sólo en sus tiendas se encuentra autografiado. También venden postales súper bonitas y libretas con dibujitos entre las páginas, amé las libretas que venden aquí.
“Pearl Paint” 308 Canal street. Esta es una tienda de cinco pisos en donde encuentras todo para pintar, lápices, óleos y también todo tipo de cosas de papelería. Libretas de Fabriano con distintos colores y texturas. A mí que me encantan las papelerías y este es un sitio enloquecedor porque hay muchísimas cosas. Es lugar ideal para comprar lápices y libretas de todo tipo. Con mi credencial de estudiante me hicieron el 10% de descuento. Jojo.

Mi maleta... tuve que pagar 120 dólares de sobrepeso por los libros, y además rompieron el candado y abrieron mi maleta, no se robaron nada, supongo que se dieron cuenta que no traía ni perfumes, ni nada que pudieran robar. Aunque lo primero que pensé cuando vi que quitaron el candado fue seguramente se robaron la autobiografía de Teddy Bear!!! Y nop, vieron libros y la cerraron.

Y en lugares para pasar bien el rato:
“Antique Garage” 41 Mercer street. Padrísima cafetería-restaurante. Ricas limonadas con menta, mmm, una delicia todo. Tienen comida árabe y turca. Es un garage con espejos viejos y cuadros con retratos victorianos y por las tardes tocan jazz.
Y varios lugares de Sushi:
En Brooklyn sobre Smith, un sushi riquísimo. Cerca de NYU en Washington Sq, “Japonica”. Que por cierto ahí en “Japonica” probé un helado de té verde delicioso que además fue cortesía de la casa porque en mi ensalada venía un tapón de aderezo que se les fue y me dieron otra ensalada, postre y té sin cobrar. También sobre la séptima avenida y la calle 20 west muy buen sushi. En casi todos manejan la box dinner, vale la pena porque por 17 dólares te incluye sopa, ensalada, rollitos y demás, bastante para una persona.
Lo que más disfruté fue observar a la gente que viaja en el metro, la variedad de culturas es impresionante. En el metro si ves a un güero seguro es turista, era chistoso que me preguntaran por direcciones en la calle. Amé Brooklyn porque hay zonas en donde todo es muy tranquilo, como si el tiempo se detuviera.
Lo que más me decepcionó fue ver los mismo triques que venden en el Muac en la tienda de los museos, ya todo está hecho en China y distribuido a todos los museos, los mismos lápices, las mismas plumas, igualitas. Es más ya hasta en el péndulo venden las cosas que uno encuentra en la tienda del Moma.
Lo que más me gustó: caminar por Central Park y ver el atardecer con el lago y los edificios de Manhattan. Siempre que caminaba por la ciudad me sentía en una especie de película, seguro que es un sentimiento bien cliché, pero es la verdad, así es.

1 comentario:

rafaelalob dijo...

woooow!!! con está reseña me convencí a donde planear mi próximo viaje!!! parece el paraíso de los libros :)