domingo, junio 14, 2009

Lo único que me viene a la mente estos últimos días de ajetreo es: viajar a Buenos Aires.

El martes pasado fui a sacar mi pasaporte a Villa Olímpica. Pero qué cosa, las fotos tamaño que te toman ahí cuestan 135 pesos (cuatro tamaño pasaporte) y las copias cuestan 2 pesos cada una. Y como había pedido que lavaran mi carro, me quedé sin dinero y tuve que caminar a Plaza Cuicuilco para sacar de un cajero. Lo bueno fue que llegué una hora antes de mi cita y me dio tiempo perfecto. De las oficinas a Cuicuilco a trote ligero se hacen 15 minutos de ida y otros 15 de regreso. Pero lo mejor de todo fue que Cuicuilco a las 8:30 de la mañana tiene todo cerrado excepto el sanborns, así que anduve viendo las tiendas y me encontré con una que se llama La cuisine.

Oh maravilla. Ahí vi montones de cosas que me gustaron desde guantes para agarrar las cosas calientes hasta cajitas de mimbre forradas con tela para acomodar los cubiertos en un cajón. Todo me gustó: pimenteros que tienen incluido un sistema para hacer polvo los granos de pimienta, exprimidores de limones en forma de pajarito, surtidor de crema en forma de vaca con el diseño del cowfest, botaneros con terminación en bola de billar, etcétera. Pero lo que llamó mi atención fue un señor exprimidor de limones. Claro que la tienda estaba cerrada a esa hora. Así que me fui a sacar el pasaporte porque mi cita era a las 9:30 y los trámites son tardados, así que en lo que llené mi forma op5, puse mis huellas, firmé, me tomaron otra foto… dieron las 10:20 y me dijeron que mi pasaporte estaría listo en 50 minutos. Así que de nuevo emprendí la caminata de 15 minutos a Plaza Cuicuilco y cuando llegué ya estaba abierta la tienda. Así que pude seguir viendo todo tipo de mandiles, moldes para pasteles, pimenteros, saleros, contenedores de pasta, muchas vacas para servir la crema, azucareras, platitos, cucharas, pero soy de ideas fijas: quería el exprimidor del mostrador. Me lo mostraron y pesaba mucho, la señora que me atendió me dijo que ese exprimidor era francés, de acero inoxidable con una aleación a otro tipo de material, en fin: “este exprimidor es para toda la vida”. Y las cosas que son para toda la vida tienen un costo alto que vale la pena pagar. Salí de la tienda cuando ya eran las 11:15 o sea que a lo mejor ya había salido mi pasaporte y todavía tenía que caminar 15 minutos para llegar a la oficina. El exprimidor pesaba, la verdad es que me sentía segura trayéndolo en la mano, un golpe en la cabeza con este exprimidor descalabraría a cualquiera. Cuando llegué por mi pasaporte, llamaron a una persona e inmediatamente me llamaron a mí. Sentí esa extraña felicidad de tener un pasaporte en la mano con el que saldré de este país en menos de un mes y además mi exprimidor de limones de acero inoxidable para-toda-la-vida, y no me da miedo que se rompa porque si se me cae el exprimidor lo más seguro es que se rompa el piso de la cocina.

 

Esponjita haré caso a tu consejo: compraré otra taza.

 

3 comentarios:

Esponjita dijo...

;)

debe ser un verdaderamente bello exprimidor de limones
(foto... foto)

B West dijo...

sí, la verdad es que una cosa tan hermosa merece compartirse con tus lectores, andaa, se buenita y pon la foto!


xD

Octopus Queque dijo...

noooo! Que no se rompa el piso de tu cocina!!