martes, diciembre 29, 2009

2009

El 2009 se termina con todo tipo de imágenes.

Ayer fui a León. Me gustaría poder dibujar la historia de mamá Jacinta y sus hijas. Estuve escuchando una historia que comienza en 1864 y todas sus protagonistas son mujeres… mujeres que se enfrentaron a la vida con sus estructuras y sus formas de actuar de ese momento. De regreso no dejé de pensar en esa historia. Y es curioso cómo el recuerdo de mi mamá Yuyis se me atraviesa. Y sé que está en mi recuerdo porque la extraño pero sobre todo porque la quiero y la tengo muy presente en mi vida. Me casé el 11 de diciembre porque ese día era cumpleaños de mi mamá Yuyis, hubiera cumplido 76. Me pinté las uñas de negro con chispas porque era su color favorito para las uñas. Y me puse su vestido de novia… el mismo que usó en 1955 cuando se casó con Alfonso Zúñiga, el jazzista. Fue importante ese día y creo que nunca me había sentido tan contenta.

Pienso en el 2009 como un gran año. Quisiera que el 2010 esté lleno de proyectos y de nuevas aventuras. Comenzar el año casada es ya un gran acontecimiento. “Algo de mágico y extraño tiene ese anillo en el dedo”, es una frase que dice la hija de Tony Soprano. Y tiene razón: hay una parte del otro que se une a través de la palabra de un juez, y pienso que ahí radica todo lo demás: la pronunciación en voz alta de esa unión frente a la familia y los amigos y las personas que uno quiere es lo que se consume en ese anillo alrededor del dedo. Y claro que viene el compromiso y el amor, pero eso ya se tenía desde que vivimos juntos. La juez dijo: “hoy se juntan dos acciones. El destino azaroso que hizo que alguna vez se conocieran y la voluntad de ambos de querer estar juntos y compartir una vida en común”. Cuando la juez dijo “el destino azaroso” pensé en ese día que me quedé de ver con Frederik en el aula magna a las cinco de la tarde. Entramos y nos sentamos y el aula se llenó, era un congreso de Nietzsche, y en la mesa estaba Alberto. Y fue la primera vez que lo vi y lo escuché en mi vida, ese momento es el destino, el azar. Y esa parte del destino es la que me amarra a la vida, pienso en el 2010 como un año lleno de proyectos y de historias por escribir.

2009. Mejor descubrimiento musical, sin duda, Elliott Smith. Mejor libro leído. Es la primera vez que sucede esto pero no es un libro de ficción. El mejor libro que leí en el año es “La conquista de México” de Hugh Thomas. La película que más me gustó fue “Coraline”. Mejor viaje: Buenos Aires. Y bueno, cumplí con un propósito de año nuevo: la tesis, la licenciatura.

2010, allá voy maestría.

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