domingo, septiembre 19, 2010

Sigo tejiendo y de vez en cuando pensando en mi blog… viendo lo abandonado que puede estar un sitio que un principio fue emocionante y ahora no tanto.

Me doy cuenta que lo que antes escribía en mi blog ahora lo hago en las cartas que le escribo a mi amiga Grace. Platicarle de mi vida le ha robado cierta pasión que antes quería poner aquí en el blog. No sé qué ha pasado pero creo que hay cierto desencanto por el Internet en estos últimos meses. Por ejemplo tengo mi Flickr abandonado, he seguido sacando fotos y bajándolas a mi computadora pero me ha dado muchísima flojera combinada con tedio que me hace no publicarlas ni en Facebook ni en Flickr.

Hace como un mes vino a México una chica que se llama Marie-Eve, la conocí en Mazunte hace seis años, ella es de Quebec y las dos estábamos de vacaciones y hace seis años no sabíamos muy bien cómo serían nuestras vidas. Ahora ella viene porque estudia la maestría en Arquitectura y con motivo de un congreso regresa a México, me escribe a mi correo que ya dejó de ser mi correo y decide buscarme en Google, encuentra otro correo y me vuelve a escribir y da conmigo. Me pregunta si quiero verla, quizá hemos cambiado tanto y como sólo fuimos amigas durante dos semanas, (una semana en Mazunte y otra semana se quedó en mi antigua casa). Le digo que sí, que sí la quiero ver. Nos vemos y nos encontramos yo con una Marie-Eve muy cambiada, casada y arquitecta y ella también se encuentra con una Idalia casada, historiadora, en fin, personas diferentes que se reencuentran y para buena suerte nos volvemos a caer muy bien. Pasó como hace seis años, uno confía en el extranjero le platica cosas porque todo lo que uno piense y diga está resguardado bajo el anonimato de que esa persona no vive aquí en México y no conoce a la gente que uno trata, pero también porque la vida tiene cosas generales en donde siempre puede haber comunicación. A ella le interesa la literatura a mí me gusta la arquitectura, a mí me cae bien porque aunque seamos diferentes pudimos resumir nuestras vidas de seis años y platicar cómo fueron nuestras bodas y qué hacemos ahora.

Cuando le pregunté si tenía Facebook me dijo que no, que había tenido pero que después le pareció muy mal ver que sus amigos tenían reuniones en donde a ella no la invitaban y que a veces la habían eliminado de sus amigos, me dijo que le pareció un mundo jodido ver cómo le va a alguien en su vida y mirar un montón de fotos sin ser en verdad participe de eso. Cuando la escuché no supe qué decirle, porque creo que en parte tiene razón. Ya sé que Facebook alienta la morbosidad de cualquier persona, pero ella no se refería al morbo por el morbo, se refería a este tipo de asistencia-ausencia en los eventos de las demás personas. Tiene sus pros y sus contras y supongo que alguien que no se toma tan en serio el Facebook se la puede llevar ligera, en el caso de Eva María pues no porque se mostró sensible para algo que no tiene nada de íntimo con lo es el Facebook. Todo este cuento para justificar que hubo algo en esta plática que me conmovió y que me ha apartado del Facebook -más no del Twitter-. O es la mejor respuesta que puedo dar ante la apatía de poner cualquier cosa en mi Facebook. El Twitter… oh pues qué decir del twitter que me informa minuto a minuto el tráfico en la ciudad de México, que me pone al tanto de las exposiciones en los museos… es una cosa muy espontánea y las palabras se las lleva la marea del TL, la verdad no lo sé, quizá necesito tener una plática con Eva en la que me diga lo ominoso que puede llegar a ser. Y es que si no fuera por el Twitter amigos como Chucho, de la prepa, o Paco de la secundaria, quedarían más alejados de mi vida, digamos que estamos al tanto como si nos alzáramos la mano para saludarnos cada día. La única manera de comunicarme con Eva es por vía correo electrónico y no está mal, es esta la forma con la que he tenido contacto con mis mejores amigos en la vida.

En algún momento renunciaré al Facebook, a lo mejor ya lo hice y apenas me doy cuenta: que se quede ahí como mal de archivo.

Y sigo tejiendo, sí.

viernes, septiembre 17, 2010

nuevas cosas bajo el gancho...

Los nombres secretos

Platicando con mi amiga Elsa sobre los nombres que tenemos llegamos a la conclusión de que no tenemos cara de lo que nombran nuestros nombres. Hay algo de ominoso en los nombres propios principalmente porque no tienen nada de propios puesto que los padres deliberadamente los ponen porque así tiene que ser, esto no tiene remedio así será siempre, lo único que podemos hacer es renegar de nuestro nombre o aceptarlo y luego hasta hacerse a la idea de que no está tan mal.

Mi nombre es Idalia. Me llamo así porque así se llama mi mamá: este recurso es de los más originales. Una vez una amiga me preguntó que por qué me comentaba a mí misma en mi blog. Y yo le dije que no era así, que no me comentaba a mí misma que la que comenta es mi mamá (que también tiene el seudónimo de Arcana y por alguna razón no lo usa para comentarme) y lo hace con su nombre que es el mío también. Al fin y al cabo me siento contenta de ser Marie en este espacio del blog y del twitter, pero en la vida cotidiana soy Idalia, así a secas, no me llamo María Idalia porque también me lo han preguntado.

Hoy le platicaba a Elsa que a lo más que puedo recurrir es que mi bisabuela decidió que mi mamá se llamara Idalia porque mi abuela le había puesto Santa, y había elegido este nombre porque le gusta mucho el personaje de Federico Gamboa. Mi bisabuela se opuso a que mi abuela le pusiera a mi madre el nombre de una puta y le puso Idalia porque así se llamaba su mejor amiga. Idalia tiene doble significante: el secreto que es el de Santa, que a su vez Santa cubre el de puta, y el visible que sería el de la mejor amiga. Y ahora que lo pienso mi mamá sí es mejor amiga de muchas personas, es una persona muy amigable de hecho hasta me cae bien ja ja, en verdad me cae bien. Así traigo la herencia de este nombre, aunque mi nombre secreto es Cordelia porque es el nombre que me quería poner mi mamá y mi papá dijo que era horrible el nombre, claro nunca leyó King Lear, sólo se opuso así porque sí y les pareció adecuado ponerme el mismo nombre de mi mamá, para qué romperse la cabeza pues si nada más hay que cargar con el nombre toda la vida. Cordelia significa ideal de mujer, y sí me hubiera gustado llamarme así, a lo mejor me hubieran molestado en la escuela, pero de por sí uno sufre en las escuelas que más da un poquito más.

Quizá una manera de nombrarse a uno mismo es mediante el seudónimo pero no todas las personas recurren a esto ¿todos son felices con el nombre que tienen?

lunes, septiembre 13, 2010

Terminé agosto tejiendo y dibujando. He tejido varios guantes y gorros. El otro día me vi con mi amigo Antar al que le tejí un gorro naranja con un guante porque se me acabo la madeja y una señora en el café se acercó y le preguntó en donde había comprado su gorro y su guante, entonces le dijo que yo se lo había hecho y me dijo que si le podía hacer uno a ella, sí claro y enseguida me dio dinero y su teléfono, como si confiara plenamente en mí, a veces me sorprende que pasen estas cosas en la ciudad de México en donde ya nadie confía en nadie. Compré el estambre y le hice el gorro con dos guantes, se los dejé con la persona que me dijo y aún no sé si me pagara el otro 50%, ahora fui yo la que confié en ella.

También comencé ya con el diplomado de ilustración que ofrece la casa del libro de la UNAM. Estoy muy emocionada de estar ahí. Los ejercicios me gustan mucho y siento que podré armar alguna maqueta para noviembre, sí creo que sí. De todas formas llevaré un proyecto que estoy armando con Elsa RBrondo. En el diplomado me siento con tres chavas muy buena onda y río mucho durante la clase. Ya me inscribí al FILustra que se dará en el marco de la FIL en Guadalajara. Y ya tengo la fecha de presentación del libro de Checo que ilustró de manera increíble Cecilia Varela: amé las ilustraciones. El libro todavía no sale a la venta pero supongo que el próximo mes ya estará en mis manos. Se presenta en el marco de la FILIJ el domingo 14 de noviembre de 2010 a las 12 hrs. La ilustración que pongo es parte del libro. Ceci estuvo en México ofreciendo un taller para SM y me puse a cocinar como hacía tiempo que no lo hacía. Vinieron a cenar a casa Elsa, Abril, Majo y Ceci. Muy rica la cena y la plática, me quedé con ganas de más vino y de su compañía.

Ahora estoy escuchando op.100 de Schubert hacía tiempo que no lo hacía, tenía el soundtrack de Barry Lindon en donde venía, después no sé en dónde quedó y se perdió de mi memoria, la otra vez, es increíble pero en el mercado de Jamaica que por lo general se escuchan cumbias comenzó a sonar el op.100 de Schubert y fue como una aparición, hasta me estremecí, me acordé de la existencia de Barry Lindon y me quedé con ganas de escucharlo. La busqué en youtube y está en su versión larga y no sé porqué me evoca a un lugar en donde hace frío y todo está en silencio, hay una ausencia que se cubre con esta pieza. Me gusta porque es este tipo de piezas en donde siento que hay cosas que nunca podrán hacerse palabra o imagen, simplemente van directamente a los sentidos, los descolocan y acomodan de otra manera. Hace algún tiempo, cuando escuchaba esta pieza me daban ganas de llorar, ahora no, ahora pasa otra cosa diferente, es una sensación de esperanza en algo que pasará, algo bueno.

:)

*El otro día me encontré con Zenia Yébenes en el congreso internacional de filosofía(s) y psicoanálisis y me dijo que había estado leyendo mi blog y que tenía muchas ganas de ver alguna imagen del libro de Checo. Es por esta razón que me he robado la imagen de nubes rojas para ponerla acá. Besitos a Zenia.