martes, junio 25, 2013

No sé por qué amo las cocinas. Ya sé que Kitchen de Banana Yoshimoto comienza así.
Ella ama las cocinas.
Yo también.
No es mi lugar favorito. Por mucho mi lugar favorito es el comedor, la mesa, la silla y la versatilidad con la que se puede convertir en estudio o en lugar para comer o hacer una reunión.
Mientras cada vez me hago más adicta a observar fotos de cocinas.
Y entonces muero por tener una cocina limpia y hermosa pero sobre todo funcional.
Odio las cocinas del Pinterest que son como cocinas para hacer una sesión de fotos y que seguramente los contactos son falsos. Pero amo aquellas cocinas que se ven usadas y usables.
Mi cocina no es hermosa. No es tan hermosa como me gustaría.
Pero trato de que sea bella. Trato de que tenga todo a la mano. Pero no tiene campana. El mueble del fregadero es bastante feito y el piso se ensucia muy fácil y es color azul marino.
Aquí unos cuantos pines que me han gustado, cocinas, gatos, ilustraciones:

http://pinterest.com/cortazariana/pins/

Ya me hice maestra.
Oficialmente soy maestra en historia del arte. Tengo el pelo más largo y más canas.
Estoy contenta con todo eso. Tengo trabajo y escribo de vez en cuando en mi blog.
Ya vendrán nuevas sorpresas para agosto. Eso dice mi horóscopo. Las esperaré.

Buscaré una foto de mi cocina, y la pondré aquí.



miércoles, junio 19, 2013

Capítulo 104, Rayuela, Julio Cortázar

La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.
La vida, un ballet sobre un tema histórico, una historia sobre un hecho vivido, un hecho vivido sobre un hecho real. La vida, fotografía del número, posesión en las tinieblas (¿mujer, monstruo?), la vida, proxeneta de la muerte, espléndida baraja, tarot de claves olvidadas que unas manos gotosas rebajan a un triste solitario.

martes, junio 18, 2013

Estoy escribiendo un artículo sobre Blogs.
¿Piensa que ya está pasado de moda? ¿Entonces por qué sigue visitando éste?

Es para un libro sobre Redes Sociales que se publica este año. Me gustaría escribir sobre el blog como una plataforma para escribir literatura, es un poco reiterativo decir "del blog al libro…" pero lo que es cierto es que el blog ha permitido diversos caminos para escribir y pensar la literatura. Aunque sé que está abierto a muchos géneros por lo general hay un tipo de escritura que se hace pública inmediatamente se pone en el blog. Incluso hay concursos de literatura que no quieren historias que estén publicadas en internet, aunque sea un blog, lo dicen así, "aunque sea..." con ese tono despectivo.
Si existe esa cláusula es porque la dan por vista y leída como si fuera un libro.
O por qué si no.
Por otro lado también un blog no es uno solo, al contrario representa o pertenece a una comunidad blogger, la blogosfera, el vecindario pues, tiene algo de diagnóstico de la realidad, de un presente que se queda ahí, de videos, de recortes que se ponen, de diario y bitácora, tiene tantas caras que tratar de encasillar “el blog” como uno, un concepto de blog es prácticamente imposible.

Este blog comenzó siendo otro blog, y comenzó porque un amigo en la Sogem tenía un blog en donde pretendía escribir una novela. El blog le pareció una maravilla. Era 2005 y yo no sabía de la existencia de los blogs. Me dijo que abriera uno.
Y eso hice, aunque no sabía qué poner ahí.
Y tener la fecha anotada y ver cómo pasan los días, a veces pasan meses… y no hay publicaciones recientes, es como si el blog muriera. Estos episodios sin publicaciones son una angustia que me hace sentir que la vida pasa y yo no hago nada al respecto.
Es difícil tomar distancia del blog y decir, mi vida es una y mi blog es otra cosa, no tengo la obligación de publicar todos los días, o cada semana, o cada tercer día. Pero cuando entro a mis estadísticas pienso que sí, que hay gente que entra todos los días y se topa con entradas viejas. Hoy no ha pasado nada.
Pero siempre pasan cosas.

El blog se traga horas, días y meses. Y de pronto una entrada.
Yo sigo blogs y seguí blogs que murieron, que entraron y se tomaron el tiempo de matarlo, de quitarlo de la red.
Yo misma tengo un blog en el abandono, cerrado al público pero que por ser el primero no borro, sigue ahí, en suspenso, con sus entradas y sus fotos y sus felicidades y tristezas.
¿Por qué mi blog es como un diario y no mejor una novela o un cuento? No lo sé.
Porque nació siendo un lugar en donde podría escribir sobre literatura y después fue un blog para escribirle a la persona que amaba y después simplemente un lugar en donde escribo las cosas que me gustan y que me hacen feliz y de vez en cuando hablo de literatura, pero puedo hablar de quesadillas o del mezcal que me estoy tomando.

La otra vez una amiga me dijo que había puesto mi blog como ejemplo de lo que era escribir un blog en las redes de educación on line en las que trabaja.
Me sentí alagada y pensé, qué mal que tenga tan descuidado mi blog, que no escriba en él y que sea un ejemplo en una clase. O sea los chavos le dan click a mi blog para enterarse cómo funciona uno, cómo son esas cosas llamadas blog.

Escribir sobre los blogs, sobre la literatura, etcétera. El tema no lo tengo muy claro pero espero que los siguientes días tenga la cabeza más despejada.
Tener un blog tantos años y no saber hasta hace un mes que los márgenes y la caja del texto se podían hacer más grandes, son el tipo de cosas que me suceden a mí. 
Le escribí a Elsa para que me dijera cómo poner mis entradas antiguas abajo, pero no obtuve respuesta, seguramente pensó que soy de flojera absoluta por pensar en todos los detalles de mi blog. ¡Elsa yo sigo tu blog todavía, no me odies por ser nerd!

Este es un blog sin publicidad.
Hoy saqué un libro que habla de blogs y ahí hay un capítulo sobre la publicidad en los blogs, o sea sobre las personas que no sólo les gusta tener un blog sino que además viven de sus blogs a través de la publicidad.
Por la cantidad de visitantes sería factible poner publicidad. Pero no lo hago porque en serio, este lugar lo tengo para mí. Es como un espacio libre de humo. De por sí veo publicidad cuando voy manejando, escucho publicidad en el radio, veo publicidad en las revistas, me choca ver la publicidad en Youtube, en Twitter, en Facebook, como para abrir ese espacio que tengo reservado para escribir y pasarla bien y encontrar publicidad… No quiero. Este blog es para escribir sobre las verduras que cocino o para escribir sobre Maritza y su gato que se fue a morir debajo de una cama. Ponerle publicidad es, además de todo lo que he dicho, estéticamente pinche. Por eso no la pongo y no la pondré.


Seguiré escribiendo este mes sobre blogs... y de vez en cuando en este, mi blog.

P.D. ¡¡Compré una Citronella!! Y la puse en la entrada de mi casa.

domingo, junio 09, 2013

Puse unas verduras en la vaporera oster que Grace me dejó hace cuatro años cuando se fue a Berlín. Quizá un día regrese y se la devuelva. El minutero dice tres minutos. La puse hace quince. Y en 12 minutos puse música en mi iPod. Después abrí la ventana del balcón. Amaneció lloviendo y ahorita acaba de terminar de llover. No escribiré sobre la maravilla del clima. Pero no puedo evitar pensar en lo hermoso que es este día sólo porque no hace calor y todo esta fresco y mojado. En un minuto estarán mis verduras y he prometido escribir cualquier cosa mientras espero que estén listas las verduras. En este instante se puso "Careless love blues" de Bessie Smith. Hoy me puse los pantalones de rayas blancas y negras. Siento que me veo mal con ellos, por eso me los pongo hoy porque sé que no saldré. Comeré verduras y seguiré leyendo.
“En su origen las montañas tenían grandes alas. Volaban por el cielo y se posaban en la tierra, a su capricho. Entonces la tierra temblaba y vacilaba. Indra cortó las alas a las montañas. Fijó las montañas a la tierra para estabilizarla. Las alas se convirtieron en nubes. A partir de entonces las nubes se recogen en torno a las cimas”.


Epígrafe con el que comienza La ruina de Kasch de Roberto Calasso.