miércoles, mayo 28, 2014

Fui a correr a la Alameda.
De regreso un homeless se lavaba la cara y el pelo con agua que tenía en una botella de plástico lo que alguna vez fueron dos litros de coca cola.
Es una constante ver vagabundos, están por todas partes.
Pero este tenía un carrito de súper y un perro negro con todo y su correa adentro. El perro estaba ahí sólo viendo todo el espectáculo. Se veía bien, nutrido, con su pelito brilloso. También pasó una mujer policía y lo miró, pasó de largo junto a mí. Hubo una especie de mirada entre la policía y yo, entre mira a ese miserable ahí está y nadie lo quitará: nadie lo quitará ni los quitará. Tenemos que ser espectadores de su vida.
¿Qué piensas de los perros cuyo dueño es un homeless? -le pregunté a mi hermana hace un momento por teléfono.
Pienso que si lo ama y el perro está contento es mejor que su dueño sea un homeless a que sea un perro en el antirrábico esperando la muerte. -me respondió.
Hoy fue Juan Villoro a la Biblioteca.
¿Quién es Juan Villoro?
¿En serio no sabes quién es?
Me suena pero la verdad no.
Es un señor que fue a hablar de football.
Me impresionó de Juan Villoro su forma de hablar: no tiene muletillas, hace pausas como comas perfectas y puntos y seguidos, habla como si escribiera sin errores. Mantiene un discurso por más de una hora sin atropellar ninguna palabra. No sólo eso, habló de football y me emocionó. ¿Por qué un equipo débil le puede ganar a uno fuerte? ¿Cuál es la diferencia entre la información del football y la narración del football? ¿Cómo vivió Jorge Valdano la narración de su propio partido? ¿Cómo juega el Barcelona de Pep Guardiola? Pero sobre todo la importancia del pensamiento mágico de las personas cuando observan un partido...
Me hizo recordar que cuando viví en Madrid en 2012, sentía que era más especial mi estancia porque el Real Madrid ganó La Champions, pero no sólo eso, también ganó La copa del Rey. Y fui a la Cibeles y me sentí parte de la euforia, me emocioné porque sabía que eso jamás lo iba a poder vivir con el football mexicano.
El football fue entrando poco a poco, en Madrid está en el aire, por más que uno se resista se entera de lo que está sucediendo, como pueblo, literalmente, como un pueblo pequeño en donde los chismes corren, el football está en todas las pláticas, te guste o no, y al final termina gustándote.
Juan Villoro puso en palabras el por qué termina gustándote:
Hay una especie de pertenencia, de formar parte de una comunidad. Yo estaba viviendo en Madrid y aunque jamás me había gustado el football de pronto sabía muchas cosas del equipo, sabía que el portero salía con la reportera, que el director técnico era un mamón portugués, en fin... sin darme cuenta ya estaba apoyando con el alma al Real Madrid.
Hace dos semanas estaba trabajando en un Festival de Arte y Astronomía en Hidalgo, en Actopan. Estaba comiendo a las 2 de la tarde y en la fonda de gorditas vi jugar al Real Madrid y pensé: En un mundo paralelo, hace dos años, yo estaba en La Bodega de Ardosa viendo jugar al Real, sintiendo que era mi equipo, emocionándome con todos los espectadores y después caminando un par de cuadras a la Cibeles y esperando llegar el camión con los jugadores. Hoy estoy completamente fuera de esa realidad. Pero está bonito haberlo vivido, finalmente festejé el triunfo del Real Madrid y vi todos los partidos de la Champions y de la Copa del Rey.



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