La música del cuarto de junto me trae a la mente la escena en donde el aprendiz de mago tiene todo fuera de su control y miles de escobas le llevan cubetas llenas de agua. Inunda la cordura de cualquiera, qué haces con tantas escobas que son esclavas al mismo tiempo y llevan cubetas de agua cuando ya el agua no cabe. El aprendiz está atemorizado y no sabe qué hacer. Ah, yo misma me sentí sin saber qué hacer cuando observe con detenimiento un cementerio de pestañas. Mis pestañas muertas en una cucharita para café. Tantos deseos arrojados a la nada como las cubetas que llevan las escobas del aprendiz.
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