Y después de sentirme una chinche. Vine de este lado, abrí la ventana por donde entraba un rayito de luz. Me senté y me puse a pintarme las uñas. Debo ser fuerte y continuar. Y así estuve más de media hora pintando primero la mano izquierda, uña por uña, luego la derecha y luego un retoque. Ahora me siento mejor, un poco mejor. Lo que pasa es que no quiero pensar mucho. De verdad, siempre que escribo doy lo mejor de mí misma, soy muy honesta con mis palabras. Y a veces eso no es suficiente. A veces nada es suficiente.
1 comentario:
Quiero a traves suyo enviarle un mensaje de felicitacion a Laos. Y no voy a perder la oportunidad de felicitarme yo mismo por poder apreciar tanto la suerte que tiene Laos como el buen gusto de Marie al escribir. No es coincidencia que la haya encontrado comentando en el blog de Patricia de Souza que para mi es como una diosa...
Publicar un comentario