miércoles, julio 15, 2009

Ayer fuimos a Montevideo. Ciudad triste. Es plena decadencia y las personas miran al suelo cuando caminan y el peso en esta ciudad no vale nada. Y aún así: hay mejores librerías que en el D.F. y seguramente que en el resto de todo México. En esta librería que se llama "Puro verso" encontré un libro de Cortázar que no se consigue nunca: "Adiós Robinson y otras piezas breves". Ay los libros que se consiguen por estas tierras. (Por cierto Esponjita Hegeliana, no está ese libro y yo creo que ya no estará.) A veces cuando veo "Los autonautas de la cosmopista", "El diario de Andrés Fava", "Divertimento", "Los Reyes", libros que no se consiguen en México y que aquí están en casi todas las librerías, tengo esa fantasía de comprarlos y venderlos después al doble, jo jo jo, cosa que no haré porque no sé a quién demonios le interesa tanto como a mí tener estos libros, tal vez a Agustín, pero a él no se los podría vender porque es amigo. Pues así es, casi tengo toda la obra de Julio, casi porque todavía no tengo la Obra crítica tomo II, pero la buscaré en estos días... oh sí.
Y otra cosa. La Gandhi de aquí no tiene nada que ver con la de México. Los dos socios están muertos. Eso quiere decir que en 1984 las dos librerías (México y Argentina) eran lo mismo. Pero hoy en día tienen diferentes dueños e intereses, es por eso que en una se puede conseguir "Salvo el crepúsculo" y en la otra se puede conseguir "Rayuela" en punto de lectura, no manejan el mismo catálogo y la arquitectura de una no se compara con la de la otra. No es que quiera decir que la de México es más fea que la que está en la calle de Corrientes en Buenos Aires, pero la verdad es que sí, la de Corrientes es reina a lado de la Miguel A. de Quevedo. Y la mexicana parece un wallmart de libros (en donde los que atienden no saben de literatura, hay un montón de gente porque claro a dónde van si no es ahí) y por el otro lado; la de aquí parece una librería más de la calle de Corrientes con todo lo bonito que tiene eso, con chicos que saben harto de literatura y cuando ven alguna reseña en el periódico la recortan y le ponen un clip al libro reseñado, hay libros con post-it que dicen "este libro es buenísimo porque el autor hace una narración siempre en presente, etc", con una cafetería agradable, en fin, no, no es lo mismo, sólo tienen el mismo nombre. Y mañana veremos qué tal el Fondo de Cultura.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Jesús Ortega dijo...

me gusta mucho como describes las calles, ciudades, toda esa onda urbana en esta y otras entradas.

Jesús Ortega dijo...

Eso de que la Gandhi es como un Wallmart está genial, me acordé que en la Universidad leí un texto de Marc Augé "De los lugares a los no-lugares" y me es muy agradable la manera en que comparas las librerías porque precisamente en México son unos "no lugares", dónde difícilmente gozas hojear un libro, olerlo o tocarlo debido a que están sellados regularmente y aunque algunas veces los puedes hojear, es un poco fea la experiencia de hacerlo en un ambiente como de centro comercial, como bien decías.

También aplica la analogía entre un típico mercado dónde la gente platica con los vendedores, huele la verdura, siente la firmeza de una fruta en comparación con un Wallmart dónde la experiencia es todo lo contrario.

saludos!!!