viernes, enero 19, 2007

Call me baby


Escucho Call me baby. Raful Neal. Blues. Y me alivia de todo. La tarde es tan escandalosamente bella. Si yo le tomara una foto desde mi recámara sería o bien un lugar común o una postal angelical depende desde donde se le mire. Por eso decidí, fumarme un cigarro. Tengo una cajetilla de Gitanes que guardo en el primer cajón de la cómoda. Sólo me quedan dos. Un día me fumé la mitad de la cajetilla y decidí guardar los demás cigarros para ocasiones especiales. Los días especiales eran justamente días como hoy, tardes en las que la luz del sol entra por la ventana y se combina con una bolita de cristal colgada por ahí en el marco que dispara luces de arcoiris por todo el cuarto como si fuera un salón disco. Lo que más me gusta es ver cómo los lunares de arcoiris se forman sobre la alfombra, las paredes y la cama. Luego cuando me siento a leer, caen sobre las páginas, las mejillas, las manos, las piernas. Y eso es cercano a sentirme muy.

Llevo como dos semanas sin fumar, pero esto de ninguna manera es una recaída o esas cosas que me aburren profundamente. Creo que lo que más me gusta de la tarde es el frío que hace en la sombra. La Negra está dormida en mi cama, junto a la mochila nueva. Yo voy a usar por primera vez el cenicero que me robé en Moheli. Prenderé mi cigarro con un cerillo de madera, amo los cerillos de madera, porque al prenderlos suenan de una manera tan.

Estoy tomando café colombiano y creo que nada me podría hacer daño.

Escucho Call me baby, una y otra vez y enloquezco todas las veces de amor y de tarde y del buen cigarro que me fumo en este momento. Y los arcoiris se van desapareciendo con el inicio del atardecer, que deja todo ciego antes de hacer que el sonido sea azul violeta, cosas así, a veces verdes, azules, naranjas, rosas, este pequeño pedazo de mejilla iluminado, es casi un beso o una moreliana, es como las tres de la tarde en la Conchita, como la barba que acaricio antes de besar, creo que sí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Marie, que deliciosa descripción de la tarde, todos esos detalles de luz, sabores, sonidos como la música que escuchas, eso se llama disfrutar los momentos.
Gracias por compartirlos.