jueves, febrero 28, 2008

No sé, a veces es como si me sentara con cara de susto frente a la máquina.

Pero de pronto me doy cuenta que estoy llenísima de palabras que me salen a las primeras de cambio. Y me censuro. No debería. En realidad me ha dolido la panza casi una hora y estoy un poco inflamada. Pero tengo esa necesidad de frotarme contra el teclado como si esto me aliviara. Creo que me alivia. Pienso que muchas cosas son absurdas y me pone de malas que sean así. Vengo en el camión y me pego a la ventana, entonces la calle deviene pasto que deviene cemento que deviene graffiti que deviene cielo que deviene nube. Y es cierto, todo es una composición, de pronto es como si cayera el veinte. Todo deviene a otra cosa, hasta el dolor de mi panza deviene palabra que deviene blanco que deviene rayita temblorosa al final de la oración.

Varias cosas que tengo que decir antes de irme a dormir.

Me encontré veinte pesos en el estacionamiento. Tirados. Fue tanta la emoción que ni siquiera pude decir con palabras que había veinte pesos en mi mano por arte de magia.

Nunca los gastaré. Serán de la buena suerte, mi amuleto privado, mi billete de veinte pesos un poco roto de una esquina. Los jueves por lo general son un buen día. Eso creo.

Y sucedió.

Ahora. En este momento soy la ausencia del pellejito que me arranqué de la uña y me duele casi para tener el dedo en la boca todo el tiempo.

Terminé de leer el Tratado de pintura, Da Vinci. Lo amé con locura.

Cómo hacer un barniz para fijar los recuerdos:

“Salitre, vitriolo, cinabrio, alumbre, amoniaco, mercurio sublimado, sal gema, sal álcali, sal común, alumbre de roza, arsénico sublimado, tártaro, oropimente, cardenillo. Todo a fuego lento, dispón un brasero de cobre o de hierro encendido”.

Y después se quedan para siempre como las pinturas del Renacimiento, con craqueladuras pero para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida Marie, los recuerdos se fijan no por salitre o cinabrio, aunque me gusta la metafora que haces, sino por el impacto que tienen para nosotros, son como los sueños, ¿cuales recordamos? los que nos dejan impactados al despertar.
Tal vez contengan alguna de las sustancias que escribes en la lista.
un abrazo
Arcana