jueves, enero 11, 2007

El deseo sigue muy cerca de mí. Entre la escritura y asomarme de vez en cuando a la ventana, esperando que por fin llegues, un disco viejo, cosas así. Sigo con la misma piyama de ayer a las dos de la tarde. Ahora me quiero ir a sentar con mi libro de Casariego cerca del sol, ahí justo como la Negra y Pavlova Akhmatova Duncan.
Ah, sí.
Por la mañana vi un video no sé cuántas veces de John Coltrane y Miles: ir a video y ser feliz, ojalá les guste tanto como a mí y Andenken
(te quiero, me encantó el comentario del otro blog, aquí también hace sol en mi estudio-cuarto-disco-cómoda-cama-te-extraño).
Acabo de ver que una persona más hizo el juego de la página 123: Sirako.


La expresión de Julio qué pasa contigo.



Salió del rincón donde estaba metido, puso el pie en una porción del piso después de examinarlo como si fuera necesario escoger exactamente el lugar para poner el pie, después adelantó el otro con la misma cautela, y a dos metros de Ronald y Babs empezó a encogerse hasta quedar impecablemente instalado en el suelo.

- Llueve – dijo Wong, mostrando con el dedo el trasluz de la bohardilla.

Disolviendo la nube de humo con una lenta mano, Oliveira contempló a Wong desde un amistoso contento.

- Menos mal que alguien se decide a situarse al nivel del mar, no se ven más que zapatos y rodillas por todos lados.

¿Dónde está su vaso, che?

- Por ahí - dijo Wong.

A la larga resultó que el vaso estaba lleno y a tiro. Se pusieron a beber, apreciativos, y Ronald les soltó un John Coltrane que hizo bufar a Perico. Y después un Sidney Bechet época París merengue, un poco como tomada de pelo a las fijaciones hispánicas.

Julio Cortázar, Rayuela, capítulo 14.

1 comentario:

andenken dijo...

Marie, es cierto, ah, cómo disfruté estos conciertos, de verda, ver a Coltrane tocar, impresionante. Cómo me hubiera gustado conocerlos. Pero no, nada más tengo que conformarme con escucharlos y ver grabaciones que les hicieron. Ni modo, quizá si los hubiera conocido sería otra cosa. En fin, no lo sé pero tampoco importa. Te he de decir que me encanta esta época de Coltrane, porque luego sí que se pone denso, órale es como escuchar a Stockhausen, música atonal y en ¡Jazz!!!!!!!
Eso sí que es ser genial. Era genial, me encanta la versión que hace de Body and Soul y la interpetación que hace de Summertime, Central park West, y otras, qué bueno que descubres estas conexiones del mundo real con Cortázar.