martes, febrero 20, 2007


—Gatito de Cheshire, ¿querría decirme, por favor, qué camino debo tomar para salir de aquí?

—Eso depende mucho del lugar adonde quieras ir —dijo el Gato.

Lewis Carroll


Pero hay algo que me llama a seguir.

Tal vez una luz que se filtra por debajo de la puerta, esa línea delgada de luz que brilla sobre la alfombra y de alguna manera me da paz, no sé cómo explicar esa luz pero sé que es bella. Y sucede cuando lo que quisiera es dormir y dormir, perderme en las cobijas o en las hojas, justo como ahora hago, porque a veces esta es la única salida que encuentro. En realidad quisiera estar en guardia, lista para luchar contra mis sombras y miedos y no tener ese deseo de salir corriendo, de sálvese quien pueda, de sentirme una tonta. Y aunque en el fondo quiera colocar mis manos como superman algo me lo impide, supongo que el mismo camino que me está salvando ahora. Porque sé que estaré mejor, que habrá más cucharitas para tomar la espuma del café, que terminaré recargando mi cabeza hacia abajo como pidiendo que el tiempo no se termine, al menos no por hoy, tal vez porque tengo miedo de que el atardecer no vuelva a ser tan blanco y tan horizonte naranja, quiero decir, una postal bella que nadie compraría pero que hace mi tarde porque puedo rescatarlo, porque me hace recordar que la luna es mentirosa y ahora tiende a sonreírnos, a engañarnos, a decir que cualquier camino que se tome está bien y me quede mirando como por arriba del hombro de mí misma eso que se llama destino y que es inevitable no creer en él, yo lo llamo ronronear y no gruñir, escribir aunque la rama del árbol no tenga un gato y la liebre de marzo, quiero decir los peluches que están sobre la cama sigan contando historias.




1 comentario:

Anónimo dijo...

creo que lo que haces para cubrirte de todo lo que está pasando no es cobarde, al contrario y tal ves lo sepas.
No es fácil, eso de seguro lo sabes, pero aunuque escribas mucho mucho y preguntes más y más, la muerte seguira siendo un misterio, lo lamento, ningún vivo tiene la respuesta a ese enigma, todos lo sabremos cuado nos toque saber, tenemos que aceptar el destino impuesto porque no nos queda de otra. a veces no queda de otra más que rezar, pero hay quienes son mejores escribiendo que rezando, no sé, ¿ya sabes los nombres que te ayudan a pedir ayuda? no son secretos ni muy dificiles de encontrar.
Sigo pensando que todo esto que te pasa o te sigue pasando lo dejarás de sentir algún día, tal ves pronto, tal ves aunque no rezes (¿reces?, no sé como se escribe solo rezo). Tal ves yo tambien puedo ponerme un poco como la luna y sonreir sin parar, reflejar mi sonrisa hacia la guerra y no dejar que mis cachetes descansen, diciendo que todo estará bien.
te quiero hormiguita, te quisiera bien.