lunes, marzo 12, 2007

Oh qué será, qué será

...


Isolda me sacó una sonrisa el día de hoy.

No lo podía creer, pero sí.

Me puso una canción que me gusta tanto.

Pero tanto.

En el fondo, tengo que decirlo, me da mucha nostalgia porque es una de las canciones que más escuchaba mi papá cuando vivía con nosotras.

Yo creo en muchas cosas que no he visto, y ustedes también, lo sé. No se puede negar la existencia de algo palpado por mas etéreo que sea. No hace falta exhibir una prueba de decencia de aquello que es tan verdadero. El único gesto es creer o no. Algunas veces hasta creer llorando. Se trata de un tema incompleto porque le falta respuesta; respuesta que alguno de ustedes, quizás, le pueda dar.

Una vez dije que escribiría una canción, que seguramente es algo sencillo, pero la verdad es que no, quiero decir, no es nada fácil. Menos si quiero una historia en technicolor y que tenga esa suerte de ritmo viejo que,

me va quitando las palabras,

que se quiebra,

que me hace llorar,

porque en el fondo extrañar siempre es doloroso,

eso ya lo sabía,

pero a veces lo siento,

dejo de pensarlo para sentirlo como un asalto,

como una canción que de pronto se escucha,

y no puedo hacer nada.

(Suspiro largo.)

Las canciones son recuerdos con esquinas exactas, estas canciones siempre me ponen a pensar tantas cosas, oh qué será, qué será.

Uf, sé que debería dejarlo ya, que es inútil, pero a veces sigue doliendo aunque ya no haya costra, aunque todo parezca bien, en el fondo son fantasmas que tocan a la puerta, que están detrás de cada frase, me tocan el hombro cuando escribo, se recargan en mí, me inclino un poco hacia el monitor como si quisiera asomarme a una foto vieja y mirarla, así, mirarla todo el tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Marie:
no puedo menos que pensar dolorosamente cuando se habla de nostalgia. A veces a mi me parece insoportable. No es que no tenga nostalgia de nada, no, al revés, mucha, quizá demasiado y son eso, exacto, fantasmas, siempre los mismos viejos y estúpidos fantasmas que se aferran a ti para quedarse pegados no como fotos viejas sino como sanguijuelas. No me gustan las nostalgias porque me hacen sentir que el presente demerece de nuestra atención, por eso creo que la nostalgia y la esperanza son dos vicios simétricos del corazón que nos hacen hipotecar el presente en aras de un pasado o de un futuro que no son, que de ninguna forma son. Lo único que cuenta es el presente, éste, que puede ser de hierro como decía Borges, pero que es lo único que de verdad tenemos. La nostalgia es como el hubiera, la alternativa perdida, lo que no hicimos, lo que se quedó en la orilla y que desde ahí creemos que nos hace guiños y nos llama pero no es así, Max Frisch nos recuerda esto. Sólo tenemos este presente.

Anónimo dijo...

Querida Marie, yo por eso evito las canciones que me recuerden cosas personas o situaciones que me entristezcan, hoy he pensado mucho en despedidas, en como despedirme de la gente, en como haré para que no duela.
Yo tengo un montón de fantasmas y dia a dia busco conjurarlos, hacer un exorcismo para que se vayan, aunque en el fondo me sentiré muy sola.