miércoles, julio 31, 2013

Adiós a julio.
Estoy en mi casa escuchando el primer disco de Interpol con Paola.
En mi word corregimos unas imágenes que se movían de lugar en el último borrador de su tesis.
Nos ponemos a trabajar.
La siguiente semana comienzo un curso intensivo de Arte en el exilio con uno de los grandes y más prestigiosos profesores del CSIC: Miguel Cabañas.
Las vacaciones se terminan en cuatro días.

Este mes ha sido doloroso.
Duele leer cosas guardadas, recordar, reconocer.
Pocas veces he escrito desde el vacío como lo hice hace ocho años. Sólo porque me conozco puedo descubrir los hoyos que tapaba con escritura, pero si no hubiera sido porque existía la escritura me hubiera quedado sin nada. Esas cartas del pasado son fantasmas que no estoy segura si quiero descifrar.



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