en caída...
A veces siento que sueño demasiado pero al mismo tiempo tantas cosas que termino por olvidar.
Estoy parada sobre unos periódicos, descalza, con unos calcetines verdes. Los brazos abiertos en una ele. Con la punta de mis dedos recorro un medio círculo que trazo imaginariamente sobre mi cabeza. Siento el peso directamente en el costado derecho del cuerpo. Tengo los ojos cerrados y sé que estoy en una casa muy vieja de altos techos y humedad en las paredes. En esa casa todos los objetos están a la venta, y muchos de estos objetos me gustan mucho, pero ninguno lo puedo comprar. De pronto ya no estoy con los ojos cerrados, de imaginar la casa doy un paso al frente para recorrer los cuartos. Una habitación tiene un colchón de agua, se ve sucio y abandonado. Hay un balcón por donde se cruza hacia una sala, ahí hay una mujer de cabello largo, quebrado, está sentada en una silla con las manos sobre las piernas y no para de llorar. Yo la observo. Entonces ella habla hacia un auditorio de sillas vacías, porque sólo estoy yo, de pie al fondo, la mujer dice sin fijar la mirada en ninguna parte, sin entender tampoco, que ese llanto le parece tan ajeno como “pronuncia mi nombre”, tan ajeno como esa mujer que no sabe ni siquiera quién es. Me espanta lo que dice, salgo de ahí y en un pasillo veo una frase enmarcada con rojo, leo: “las bocas cubren el silencio de los besos”. Me voy de ahí pero repito constantemente la frase para no olvidarla.
Sigo mi camino, aprisa, porque siento que algo está mal. Cada vez más angustiada, cada vez más desesperada.
Me encuentro entonces con A. estoy justo en la habitación del colchón de agua.
—¿Has visto a tu mujer?
—Sólo de verla me ha puesto así.
Siento horror y trato de salir del cuarto, pero mi cuerpo se ha inmovilizado de alguna forma que no entiendo por qué.
Estoy parada sobre unos periódicos, descalza, con unos calcetines verdes. Los brazos abiertos en una ele. Con la punta de mis dedos recorro un medio círculo que trazo imaginariamente sobre mi cabeza. Siento el peso directamente en el costado derecho del cuerpo. Tengo los ojos cerrados y sé que estoy en una casa muy vieja de altos techos y humedad en las paredes. En esa casa todos los objetos están a la venta, y muchos de estos objetos me gustan mucho, pero ninguno lo puedo comprar. De pronto ya no estoy con los ojos cerrados, de imaginar la casa doy un paso al frente para recorrer los cuartos. Una habitación tiene un colchón de agua, se ve sucio y abandonado. Hay un balcón por donde se cruza hacia una sala, ahí hay una mujer de cabello largo, quebrado, está sentada en una silla con las manos sobre las piernas y no para de llorar. Yo la observo. Entonces ella habla hacia un auditorio de sillas vacías, porque sólo estoy yo, de pie al fondo, la mujer dice sin fijar la mirada en ninguna parte, sin entender tampoco, que ese llanto le parece tan ajeno como “pronuncia mi nombre”, tan ajeno como esa mujer que no sabe ni siquiera quién es. Me espanta lo que dice, salgo de ahí y en un pasillo veo una frase enmarcada con rojo, leo: “las bocas cubren el silencio de los besos”. Me voy de ahí pero repito constantemente la frase para no olvidarla.
Sigo mi camino, aprisa, porque siento que algo está mal. Cada vez más angustiada, cada vez más desesperada.
Me encuentro entonces con A. estoy justo en la habitación del colchón de agua.
—¿Has visto a tu mujer?
—Sólo de verla me ha puesto así.
Siento horror y trato de salir del cuarto, pero mi cuerpo se ha inmovilizado de alguna forma que no entiendo por qué.
Despierto.
Lo primero que recuerdo es la frase enmarcada y la mujer llorando, y después el resto del sueño.
2 comentarios:
Hola Marie, los sueños son partes de ti, la mujer de cabello largo, tu como expectadora, es un triangulo además, al parecer vives en triángulos si ya te has dado cuenta.
Los sueños pueden ser de otras personas diría Pavic en Pieza Unica, y puede ser que compres algunos también.
Muy onírica tu entrega, te felicito por referirte al tema de los sueños.
Hola Marie, que feo sueño tuviste, seguro sabes de que te habló. no está dificil. Yo soñe que iba a tu casa y te veia, aunque me gustaría sé que no será asi, como sea, es bueno saber de ti aunque sea en sueños.
te quiero mucho.
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